El Reina Sofía cuelga 13 obras de Picasso procedentes de París
'Un orgullo para el museo'. La directora del Reina Sofía, Ana Martínez de Aguilar, presentó el pasado viernes un conjunto de obras de Pablo Ruiz Picasso (Málaga, 1881-Mougins, 1973) procedente del Museo Nacional Picasso de París.
Cuatro pinturas, ocho dibujos y un grabado viajan hasta Madrid para completar la colección permanente del centro de arte. El escultor (1931), La lectura (1932), Desnudo en el jardín, (1934) y Desnudo con ramillete de lirios y espejo (1934) son pinturas emblemáticas de la década de los 30, marcada por la relación con Marie-Thérese Walter, a la que el artista conoció cuando ésta tenía 17 años. Los dibujos y el grabado muestran el desarrollo de El hombre del cordero, de 1943, obra singular en la producción de Picasso.
Son trabajos que corresponden a dos momentos fundamentales a la evolución del pintor, uno anterior y otro posterior a la realización del Guernica, de ahí la importancia que tienen para el museo español.
El préstamo es fruto de los 'vínculos especiales' del Reina Sofía con el Museo Nacional Picasso de París, especialmente desde el nombramiento de su directora, Anne Baldassari, según Ana Martínez de Aguilar. El centro que ésta dirige ha aportado algunas obras a la exposición Picasso-Dora Maar. 1935-1945, entre ellas Mujer que llora, que en la actualidad se exhibe en París. La cesión dejaba huecos en la colección permanente del Reina Sofía, de modo que la pinacoteca francesa ha correspondido con el préstamo de obras de referencia para el Reina Sofía.
La figura de Marie Thérese Walter está presente en el museo a través de la escultura La dama oferente (1933) y de dos pinturas, Mujer sentada acodada (1939) y Mujer sentada en un sillón gris (1939). El museo ha sumado estas obras al conjunto parisino (Sala 6, segunda planta de la Colección Permanente).
Además, presentará la escultura El hombre del cordero (1943) acompañada de varios dibujos preparatorios y de un grabado de 1942 que muestran la evolución de la utilización que el artista hizo de este motivo iconográfico de larga tradición en la cultura cristiana. 'Lo seculariza para dar cuenta de la angustia existencial del hombre contemporáneo', explica Martínez de Aguilar.
El museo ha encargado al historiador Valeriano Bozal un relato literario de las obras prestadas por el Museo Picasso de París, que incluirá próximamente en una publicación recordatorio de esta muestra. Un anticipo de la exposición que conmemorará los 25 años de la llegada a España del Guernica.