Mayra Montero revive la mafiosa Habana de los 50
La escritora presenta la historia policiaca 'Son de almendra'
Como en las películas, la dedicatoria en Son de almendra aparece al final, después del epílogo. En esas últimas páginas, el lector descubre que la autora de la novela, Mayra Montero, es uno de los personajes. El protagonista cuenta que no consiguió entrevistar a la niña que presenció como Boris, dueño de un restaurante en La Habana donde los capos mafiosos se juntaban a comer, cayó acribillado a tiros.
Es un breve recuerdo de infancia de Mayra Montero. La escritora, nacida en La Habana y residente en Puerto Rico desde hace 35 años, siente especial interés en la vida habanera de los años 50. Su intención era contar la historia de un periodista obsesionado con los capos mafiosos con un toque humorístico, pero la investigación modificó el rumbo de la novela. 'Para ambientarla, he tenido que trabajar muchísimo antes'.
Son de almendra, con la que la autora debuta en Alfaguara, arranca con el asesinato del mafioso Umberto Anastasia en Nueva York. Mayra Montero viajó hasta allí, buceó en los archivos de la policía y conoció la implicación de personajes cubanos en este asesinato relacionado con la apertura del casino del Hilton en La Habana. 'Tiré del hilo de la investigación y descubrí más de lo que esperaba'.
De muchos de los personajes no sabía nada, como el actor George Raft -la novela está llena de pequeños homenajes al cine- o el gánster Meyer Lansky, y tuvo que leer varias biografías. 'El mundo de los capos en La Habana era secreto', explica. Su actividad pasaba desapercibida para los cubanos, a pesar de que controlaban a los políticos. En su investigación le han resultado de utilidad un reportaje de Guillermo Cabrera Infante y lecturas como El imperio de La Habana de Enrique Cirules. Además, contactó en La Habana con figuras de la época, como Casielles, chófer y guardaespaldas de Lansky.
La escritora pone esa exhaustiva investigación en manos del joven periodista protagonista de la historia. Joaquín cubre las noticias de la farándula, pero lo que ansía es zambullirse en el mundo del hampa.
Por La Habana de los años 50, en la antesala de la Revolución, desfilan mafiosos como Lansky, Anastasia, Lucky Luciano o Diconstanza. 'No es una novela policiaca en el sentido clásico', comenta. Mayra Montero destaca la importancia de las dos historias de amor imposibles, la del protagonista y la de Yolanda, enamorada de Rodney, personaje real artífice de la leyenda del Tropicana.
Novela histórica y letras de 'reggaetón'
Como el protagonista de Son de almendra, Mayra Montero también escribía de espectáculos. 'No es un periodismo menor, ni mucho menos'. Después se dedicó a escribir ficción y desde que participó en La sonrisa vertical (fue finalista en 1991 con La última noche que pasé contigo y ganó en 2000 con Púrpura profundo) acarrea el sambenito de novelista erótica. En estos momentos trabaja en una novela sobre Francisco de Miranda, precursor de la independencia de América Latina, y en un proyecto que le llena de ilusión: un disco de reggaetón. 'Hay referentes muy buenos en Puerto Rico'. Con uno de ellos, conocido como Residente, del grupo Calle 13, colabora en un trabajo que pretende acercar clásicos de la literatura al reggaetón.