Prodi pide un referéndum sobre el tamaño de la UE cuando se apruebe la Constitución
El ex presidente de la Comisión Europea Romano Prodi pidió ayer un referéndum para determinar 'el tamaño futuro' de la UE. La consulta, que no tendría carácter vinculante y se realizaría durante el próximo año, coincidiendo con el relanzamiento de la Constitución Europea, serviría para deslindar las votaciones sobre este texto de otras inquietudes de los ciudadanos.
Durante su intervención en el Foro Europa, en Madrid, Prodi sugirió que, una vez integradas Rumania y Bulgaria el año que viene, sería deseable someter todas las ampliaciones subsiguientes a consulta popular. Una propuesta que dificultaría enormemente la adhesión de Turquía, acontecimiento que, según el ex presidente, 'tardará mucho' en concretarse.
Prodi, que lidera la coalición izquierdista que disputará en mayo el gobierno de Italia a Silvio Berlusconi, dijo que habrá que esperar a las presidenciales francesas de 2007 para buscar la aprobación de un texto constitucional 'más simple' que incorpore 'la primera parte del actual, la declaración de derechos, cláusulas sociales y ambientales y un sistema de reforma más sencillo'. El político se declaró partidario de la libre circulación económica dentro de Europa, y señaló como una excepción 'y una equivocación' la reacción italiana ante la opa del BBVA sobre la Banca Nazionale del Lavoro.
Reforzar el Eurogrupo
Prodi, bajo cuyo mandato en la Comisión Europea se instauró el euro, pidió reforzar el papel del Eurogrupo (ministros de Finanzas de la zona euro) para aumentar la coordinación de las políticas económicas nacionales. Prodi comparó la situación de Europa con la de los Estados de la península itálica tras el renacimiento: 'pasaron dificultades porque no supieron unirse. Si hacemos lo mismo, la UE sufrirá ante el empuje del sureste asiático'.
Prodi abogó por reforzar el proceso de Barcelona para lograr una mayor cooperación con los países de la vertiente sur del Mediterráneo, 'porque sin ella no habrá paz duradera en la zona'. En ese sentido, destacó la necesidad de elaborar una política de inmigración común en la UE, porque 'no tienen sentido políticas nacionales separadas cuando existe un acuerdo de libre circulación como el de Schengen'.