Francia estrena hoy el nuevo cheque empleo-servicios
Según el Ejecutivo, esta "importante revolución cultural" creará medio millón de empleos en tres años.
El ministro francés de Empleo y Cohesión Social, Jean-Louis Borloo, ha lanzado hoy el cheque empleo-servicios universal (CESU). Esta herramienta, que Borloo ha calificado como clave para su plan de servicios, pretende crear empleo, facilitar la vida a los ciudadanos y evitar los pagos en dinero negro.
A partir de hoy, en el país vecino cualquiera podrá pagar con el nuevo cheque a una persona, asociación o empresa, a cambio de diversos servicios, que van desde la informática o la limpieza, hasta la ayuda a personas enfermas o el bricolaje.
"Se trata simplemente de facilitar la vida cotidiana de los franceses permitiéndoles acceder de forma rápida y menos costosa a los servicios a domicilio que necesitan". Según el ministro, el cheque supone una verdadera "revolución".
Sin embargo, los que sean remunerados mediante este innovador método de pago, no podrán hacer efectivas sus ganancias hasta el próximo mes de junio. Para ello, sólo tendrán que acudir a una de las 43.500 ventanillas bancarias y postales repartidas por toda Francia. La principal ventaja de esta herramienta es, según Borloo, su capacidad para "transformar moneda en empleos de forma más rápida y masiva".
Mediante lo que el titular de Empleo francés calificó como "revolución cultural", el Ejecutivo del país vecino pretende crear medio millón de empleos en los próximos tres años. Un dato importante, si tenemos en cuenta que el índice de paro en Francia se sitúa actualmente en el 9,5% de la población activa. Según Borloo, si todos los hogares franceses consumieran "dos horas semanales" de servicios, se crearían un millón de empleos, lo que haría posible hacer pasar la tasa de empleo del 60 al 70%.
Para el ministro de Trabajo y Cohesión Social, el desarrollo de los servicios para las personas representa una economía "creadora de empleos locales no deslocalizables, empleos de lo cotidiano" y de "proximidad" y su "nueva moneda" es el CESU.
Contra el trabajo ilegal
Borloo recalcó que el dispositivo financiero y fiscal del CESU permitirá que el coste de las prestaciones sea "más bajo" que en el caso de que se realice el trabajo de manera ilegal. Esta forma de empleo fue calificada por el ministro de "doble plaga", ya que supone desventajas tanto para los asalariados, que no están cubiertos, como para los beneficiarios, que no disponen de una garantía profesional.
"La erradicación del trabajo ilegal es una obligación republicana absoluta", afirmó el ministro, tras anunciar que su plan dividirá por tres el coste horario de las prestaciones. Con el nuevo cheque, las empresas o colectividades podrán financiar servicios para sus trabajadores y, al igual que los particulares que recurran a estos servicios a domicilio, podrán deducir parte del coste de sus impuestos.