'Soy escéptico respecto a los códigos con sólo normas admonitivas'
El nuevo decano de los Registradores Mercantiles y de la Propiedad (se estrenó en el cargo en enero) aboga por una mayor presencia pública de estos profesionales, 'por ejemplo en política. Pero la verdad es que los abogados y los economistas tienen casi copado ese campo', explica Eugenio Rodríguez Cepeda, que es registrador de la propiedad de León.
¿Qué planes tiene como nuevo decano?
En primer lugar, el desarrollo de la ley de productividad y el impulso a la tramitación telemática o electrónica que hará posible que se inscriban documentos sin que el registrador toque un papel.
¿Para cuándo será eso posible?
A finales de este año ya habrá algo. Lo que pasa es que la cultura del papel es aún muy fuerte, y tanto los usuarios como los registradores tenemos una resistencia importante a despedirnos del soporte tradicional. También tenemos en la agenda afrontar la nueva demarcación registral, que se revisa cada cinco años y toca éste. Eso supone que se van a crear registros en lugares donde no existan.
¿Y desaparecerán en otros?
No. Es una duda que nos hemos planteado, porque hay pueblos donde por razones de número de inscripciones no justifica la permanencia, pero se ha decidido con el Ministerio de Justicia que no se cierre en ningún sitio, porque algunos pueblos han perdido todas sus instituciones menos el registro. La directora general de Registros y Notariado y yo somos de pueblo y no quisiéramos que bajo nuestros mandatos se cerrara la puerta registral en algunos pueblos.
No habrá muchos registradores que quieran serlo de ese tipo de pueblos porque, cuanto menos registros, menos cobran, ¿no?
Por eso, en muchos de esos pueblos el Colegio pone un mínimo de subsistencia que se llama congrua. Es una especie de fondo de solidaridad que pagamos entre todos.
De todos modos, de esas plazas querrá salir todo el mundo cuanto antes.
Pues sí. Los registradores se trasladan en cuanto pueden y ese es uno de los males que tienen esos pueblos, que tienen un registrador muy poco tiempo. Pero es un servicio al ciudadano y el registrador puede irse, pero el Registro no se va.
Además están pendientes de los nuevos aranceles que prepara el Gobierno.
Sí, se están revisando y habrá un nuevo sistema este año. Va a ser un sistema diferente en cuanto a racionalidad y simplificación para que se pueda calcular con antelación el coste de la operación. En algunos tramos habrá rebajas pero en otros se compensa, así que posiblemente será neutro con la tendencia a que los tramos de la vivienda media salgan más baratos.
¿Y eso es peor para los registradores?
Eso es peor para algunos registradores, que viven de ese tipo de documentos. Hay también una rebaja sustancial en las herencias digamos modestas, pero todo esto aún no es definitivo.
¿Qué opina del borrador de Código Unificado?
Tenemos poco que decir porque no va ser una norma de obligado cumplimiento. Pero al margen, yo soy muy escéptico respecto a códigos con normas admonitivas. Si su infracción no tiene consecuencia, no le veo que pueda tener mucha eficacia.
'Estamos pendientes de cómo nos afecta el Estatuto'
Los registradores miran con atención al Estatuto. 'Hay un artículo, creo que el 147, en el que se habla del traspaso de competencias ejecutivas en materia de notariado y de registro'. De ser así, la Generalitat podría intervenir por ejemplo en nombramientos y participar en el programa de oposiciones. Algo sobre lo que Rodríguez Cepeda asegura no sentir preocupación. El decano añade que, de seguir el Estatuto en su actual redacción, la Generalitat podría exigir además un nivel de conocimiento del Derecho propio catalán. 'Pero eso es algo que deben tener no sólo los que trabajan en Cataluña, porque los derechos forales son también derecho español y de obligatoria aplicación fuera del territorio. Puede pasar que un catalán fallecido haya dejado bienes en herencia situados en León. En ese caso, el derecho que tenemos que aplicar no es el general, sino el catalán. Por tanto, eso es algo que tenemos que conocer todos, porque es Derecho español. Y tan español es el Derecho de Cataluña como el Código Civil que llamamos común', explica.