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Günter Verheugen

'La apertura del sector servicios nos ayudará a crear empleo en Europa'

La competitividad de la industria europea se ha convertido en la principal preocupación de este político alemán. Su filiación socialista no le impide apoyar la directiva de liberalización del sector servicios como un paso hacia la creación de empleo.

Caza las preguntas al vuelo, pero medita largamente sus respuestas durante el encuentro con Cinco Días en su despacho de la planta 12 del edificio Berlaymont. Desde la sede de la Comisión Europea, Günter Verheugen (Alemania, 1944) advierte que 'estamos empezando una segunda fase de la globalización, y los países emergentes compiten ya en calidad y alta tecnología'. El veterano comisario cree que la respuesta de Europa pasa por 'aprovechar el potencial del mayor mercado interior del planeta'. Para lograrlo, apoya abiertamente la directiva de liberalización del sector servicios que ha provocado la indignación sindical. Y confía en que el acuerdo entre socialistas y populares en el Parlamento europeo despeje esta semana el camino de ese texto legal.

La apariencia inocente de esa directiva contrasta con el acalorado debate que provoca.

Creo que ha habido mucha confusión y malinterpretaciones. En primer lugar, el Tratado de la UE ya garantiza la libre prestación de servicios. De lo que se trata ahora es de suprimir las barreras que existen en muchos Estados miembros y que nos impiden explotar el potencial del sector servicios para el crecimiento y el empleo. El primer borrador provocó un enorme rechazo, porque se temió que fuera un subterfugio para reducir los estándares de empleo, medio ambiente, etc., y que se sacrificaran los servicios públicos en aras de la competencia internacional. Parece que ahora el Parlamento europeo ha encontrado un compromiso razonable, que mantiene los principios esenciales.

'Tuvimos la misma discusión cuando se introdujo la libre circulación de bienes y al final ha sido positiva para todos. Espero que acabe este acalorado debate'

¿Apoya ese posible acuerdo?

Personalmente creo que el compromiso que se está discutiendo puede lograr un consenso general y permitir que la Comisión presente un proyecto revisado tomando en cuenta las preocupaciones de la opinión pública. Y estoy convencido de que, al final, la libertad de provisión de servicios nos ayudará a generar más crecimiento y más empleos. Tuvimos la misma discusión cuando se introdujo la libre circulación de bienes y al final ha sido positivo para todos. Así que espero que se termine este acalorado debate.

¿No se está vaciando de contenido la directiva al suprimir el principio del país de origen?

Falta ver lo que vota el Parlamento, pero no lo creo. Lo importante es que los Estados no puedan imponer restricciones a los proveedores que cumplan con las normas de su país de origen. Y en cuanto a las normas de calidad o seguridad, siempre he pensado que deben ser las del país donde se presta el servicio. Sería muy difícil que, por ejemplo, una empresa lituana construyera algo en España sin respetar las normas de seguridad de ese país ...

Ese problema ya ha surgido en Suecia con una empresa letona.

Pero no era sobre normas de calidad, sino sobre salarios. Y eso es completamente diferente. En ese caso se aplica la directiva de trabajadores desplazados, que exige el respeto a los salarios y estándares sociales del país de destino. Y eso ya estaba en la directiva original, pero se malinterpretó.

¿Y será posible tener un mercado único de servicios con el enorme diferencial de renta entre los países más ricos de la UE y los más pobres?

No pienso que sea un problema, porque los salarios y las normas sociales seguirán las normas del país de destino y no las del país de origen. Así que la competencia no se distorsionará.

Hablando de competencia, ¿se acuerda de memoria del objetivo de la agenda de Lisboa?

Risas ¿Cuál de ellos? ¡Había tantos! Pero el general era crear en 2010 la economía basada en el conocimiento más dinámica y competitiva del mundo.

¿Y qué ha sido de él?

Es obvio que no lo podemos conseguir porque hemos perdido un par de años en términos de crecimiento, productividad y tasa de empleo. Pero hay que dejar claro que no hemos renunciado al objetivo. Porque nuestro política no es sobrevivir en la competencia mundial, nuestro objetivos es ganar en esa competencia, ser el número uno.

'Europa debería mantener el control de sectores estratégicos'

'No veo una ola de proteccionismo en Europa', afirma tajante Günter Verheugen. 'En algunos Estados quizá haya reflejos proteccionistas, porque siempre que una empresa entra en crisis, los políticos intentan demostrar que pueden hacer algo. Siempre he pensado que era un error. Y en la Comisión tenemos claro que el intervencionismo y los subsidios son el camino equivocado'.El comisario de Empresas e Industria, sin embargo, reconoce que la ausencia de una verdadera política industrial puede dejar desguarnecida en ciertos casos a Europa. 'Una de las razones por las que plantee la necesidad de tener una política industrial fue por motivos estratégicos, para mantener nuestra independencia. Ciertas industrias tienen un valor estratégico muy importante. Y acepto que sería preferible que siguieran bajo control europeo'. ¿Está pensando en sectores como el petróleo o el acero? 'Sin duda. Y también en el sector aéreo, espacial...'. El vicepresidente de la CE se percata enseguida del posible alcance de sus palabras en un momento en que la siderúrgica del millonario indio Lakshmi Mittal intenta comprar Arcelor. 'Las opas son parte de la economía de mercado. Si las normas se respetan veo muy difícil intervenir'.Verheugen recuerda además que Mittal es una empresa con sede en Holanda. Y expresa un deseo. 'Lo que me gustaría es que como resultado de la competencia emergieran compañías europeas que puedan liderar el mercado mundial, pero estoy totalmente en contra de crearlas artificialmente'.

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