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Balanza comercial de Alemania

El 'made in Germany' bate el récord de ventas

Calidad y fiabilidad. Los dos atributos básicos de los productos fabricados en Alemania siguen siendo una referencia en el mercado globalizado, como prueban los datos de comercio de ese país. El año pasado, las exportaciones alemanas crecieron un 7,5%, hasta los 786.000 millones de euros. Una cifra sin precedentes que mantiene al país en el primer lugar de la clasificación mundial. Ni siquiera la todopoderosa economía de Estados Unidos, cuyo Producto Interior Bruto crece más del 3% anual, fue capaz de vender más al exterior. El debilitamiento del euro, que perdió el año pasado un 13% de su valor frente al dólar, coadyuvó al repunte exportador alemán. Las importaciones llegaron a 625.000 millones de euros, dejando el superávit comercial en la cifra récord de 160.000 millones.

La estadística alemana tiene un mérito especial en pleno apogeo de la globalización: en un momento en que los mercados occidentales se ven inundados de productos fabricados a costes irrisorios en el sureste asiático y otras zonas emergentes del planeta, Alemania es capaz de mantener el tipo -e incluso ampliar su liderazgo- con la enseña de la fiabilidad. España, novena economía del mundo en producción total, vendió el año pasado al extranjero la quinta parte que Alemania.

El problema económico alemán se sitúa de fronteras adentro: en los últimos años, el escaso crecimiento del PIB (0,9%, en 2005) se ha basado exclusivamente en el sector exterior. La demanda interna ha llegado, incluso, a ser negativa. El Gobierno de concertación presidido por la democristiana Angela Merkel se ha impuesto como tarea reactivar el consumo, aletargado con una tasa de paro que supera el 11%. La falta de confianza en el futuro lleva a los alemanes a ahorrar, en un círculo vicioso de difícil solución. La celebración de los Mundiales de fútbol este verano podría reanimar el mercado interno; además, el anuncio de una subida del IVA el próximo 1 de enero, desde el 16% hasta el 19%, probablemente anticipará compras de cierta entidad por parte de los consumidores antes de que acabe el año.

El nuevo Ejecutivo presentó hace tres semanas un plan de choque que incluye la inyección de 25.000 millones de euros (37.000, sumando la participación del resto de administraciones) en la economía bajo la fórmula de inversiones públicas. La otra apuesta es la I+D: entre dotaciones públicas y privadas, el Ministerio de Economía y Trabajo, presidido Wolfgang Clement, espera que se alcance el 3% del PIB en 2010, cumpliendo así los objetivos de Lisboa. Para financiar estos dispendios, además de la subida del IVA se eliminará buena parte de las exenciones fiscales.

Visto que el sector exterior mantiene su excelente salud, hay cada vez más motivos para el optimismo. El índice IFO de confianza del inversor alcanzó en enero su mayor valor en cinco años. Pese al repunte del último mes, el paro sigue una línea descendente, y los pedidos industriales aumentan a un fuerte ritmo. Las previsiones gubernamentales apuntan a un crecimiento del PIB del 1,6% para este año. De cumplirse, sería el mejor resultado del último quinquenio. Buenas noticias en un país que copa un 29% de la actividad de la zona euro.

Motivos para el optimismo alemán

Sector exterior boyante pese al aumento de la competencia global. La máquina exportadora avanza imparable.Plan de choque del nuevo Gobierno de concertación presidido por Angela Merkel, que inyectará 25.000 millones a la economía. Inversión y consumo público tirarán de la demanda interna hasta que se recupere la confianza del consumidor.Reactivación de la inversión en I+D, con visos a llegar al 3% del PIB en 2010, cumpliendo el objetivo marcado en la Agenda de Lisboa.Mejora de los índices de confianza empresarial. El IFO alcanzó en enero su mayor valor en cinco años.

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