BAT, cuarta tabacalera que recorta los precios
British American Tobacco (BAT) se une a la guerra del tabaco y rebaja su marcas. Su enseña más vendida, Lucky Strike, reduce su precio 55 céntimos y desde ayer cuesta 1,85 euros, lo mismo que Fortuna y Winston.
La última en bajar precios. British American Tobacco (BAT) se sumó ayer a la guerra entre tabaqueras y decidió rebajar sus cajetillas. La cuarta compañía por cuota de mercado ha rebajado su principal enseña, Lucky Strike, 55 céntimos, desde 2,40 a 1,85 euros. La octava marca más vendida, con una cuota de mercado del 3,2% en 2005, se posiciona así al mismo precio que Fortuna, de Altadis, y Winston, de Japan Tobacco International (JTI). Otras cajetillas que también bajan son Rothmans (de 2,75 a 2,35) Royal Crown (de 2,30 a 1,90) y Winfield (de 2,95 a 2,50).
Sin embargo, BAT ha decidido mantener el precio de su enseña barata, Pall Mall, que seguirá costando 1,30. La tabaquera se desmarca así de Altadis y Philip Morris que posicionaron sus marcas de bajo precio (Ducados Rubio, Basic y Next) en 1,75 euros.
La guerra de precios puede suponer la 'ruina' para algunos estanqueros, asegura Fernando Romero, presidente de la Unión de Estanqueros de Sevilla, en declaraciones a Europa Press. Romero afirma que varios establecimientos de la provincia podrían cerrar próximamente, 'no en señal de protesta', sino porque 'no tienen liquidez para pagar a la distribuidora'.
Pall Mall mantiene su precio en 1,30 euros, 45 céntimos menos que Ducados Rubio
Acusación contra el Estado
La Junta de Andalucía ha asegura que comenzará un nuevo procedimiento contencioso-administrativo contra las compañías tabaqueras que incluirá al Estado como titular del monopolio del tabaco a través de Tabacalera.
El Gobierno andaluz responde así a la decisión de la Audiencia Provincial de Madrid de devolver a la vía administrativa la reclamación, presentada en 2002, contra las tabaqueras por los costes sanitarios asociados al tabaquismo. La Asociación Empresarial del Tabaco considera, según Efe, que la Justicia española ha sido unánime al considerar que los fabricantes 'no son responsables por las consecuencias de la decisión personal de fumar'.