Oportunidades en la nueva terminal de Barajas
Parece que por fin se inaugura la nueva Terminal de Barajas', es seguramente uno de los comentarios que más hacen estos días los numerosos usuarios del transporte aéreo en España. Desde el inicio de la redacción del proyecto del llamado Nuevo Edificio Terminal (NET) muchas y variadas han sido las circunstancias ocurridas hasta la consecución de uno de los proyectos más ambiciosos que se hayan realizado jamás, no sólo en Madrid, sino también en España y quizá, en opinión de muchos, en Europa, con un coste aproximado, según cifras facilitadas por AENA, de 6.200 millones euros.
Para los responsables del proyecto y gestores del nuevo espacio aeroportuario, la capacidad que se crea en el Aeropuerto de Madrid-Barajas hará crecer necesariamente a las compañías aéreas que actualmente operan allí -lo que ayudará también a que se instalen en gran número las denominadas de bajo coste- y hará que se aumenten las conexiones regionales entre Madrid y el resto de ciudades españolas.
Según previsiones, el Aeropuerto de Madrid-Barajas a finales de año -posiblemente en octubre- registrará en torno a 90 operaciones a la hora en lugar de las 80 que aproximadamente se venían realizando hasta ahora, con el objetivo de alcanzar en el año 2007 alrededor de 100 operaciones a la hora, lo que disminuirá sensiblemente las demoras, agilizará las operaciones de despegue y aterrizaje y facilitará el embarque de los pasajeros reduciendo el tiempo de espera. Finalmente, se pretende alcanzar paulatinamente una cifra en torno a las 120 operaciones que, según AENA permite la ampliación, lo que hará que Barajas tenga la consideración de cuarto aeropuerto de Europa a nivel de operaciones.
En particular, para la ciudad de Madrid la fecha de este 5 de febrero será recordada como aquella a partir de la cual comenzó una nueva etapa para el desarrollo de la ciudad -y por extensión de España- con la inauguración de esta Nueva Área Terminal del Aeropuerto (NAT) Madrid-Barajas. La NAT está compuesta de un nuevo edificio terminal, un nuevo edificio satélite, un sistema automatizado de tratamiento de equipajes (SATE), un tren automático subterráneo operativo las 24 horas -que unirá en menos de 4 minutos los más de dos kilómetros que separan la T-4 de su edificio satélite- y el desvío y soterramiento de la carretera M-111. La superficie sobre la cual se extiende será de aproximadamente 742.000 metros cuadrados, casi cuatro veces más que la que ocupaban las tres terminales existentes. Con la puesta en marcha de estas instalaciones, el Aeropuerto de Madrid-Barajas contará con una superficie de aproximadamente 3.900 hectáreas -frente a las 2.400 actuales-, ubicándose las terminales en un espacio de 940.000 metros cuadrados -por los 300.000 actuales-. Todo ello hará posible que por el Aeropuerto de Madrid-Barajas transiten casi 18.000 pasajeros cada hora, en contraste con los 7.500 que lo hacen actualmente, aumentando de este modo a 70 millones la cantidad de viajeros que recibe al año -frente a los 35 millones que recoge actualmente-.
En definitiva, la Terminal T4 supondrá para los pasajeros que el tránsito desde la puerta de embarque hasta la aeronave sea más rápido y cómodo. Además de las mejoras producidas en los aspectos técnicos de facturación y tránsito de viajeros, la nueva terminal contará con una amplia superficie comercial de 8.000 metros cuadrados, lo que significará la mayor área comercial en un aeropuerto español y que ha supuesto una inversión superior a los 20 millones de euros.
Estos datos manifiestan el enorme esfuerzo realizado para dotar a Madrid de una infraestructura aeroportuaria a la altura de los grandes aeropuertos europeos como Londres-Heathrow, París-Charles de Gaulle y Fráncfort. Debido a que prácticamente el 60% de los viajeros que hacen uso del Aeropuerto Madrid-Barajas son viajeros en tránsito, esto hace que la imagen que se tenga de Madrid y de su aeropuerto sea la primera referencia de nuestro país, lo que lo convierte en referente simbólico, de ahí la enorme importancia que tiene esta obra para Madrid en su proyección internacional. El impacto económico que supone esta ampliación de Barajas se traducirá en un fuerte aumento en la demanda de empleos, tanto directos como indirectos, así como un incremento del volumen de negocio de numerosas empresas españolas, valga como ejemplo las dedicadas al transporte.
La nueva T4, en conclusión, supone un hito en el desarrollo económico de la Comunidad de Madrid, lo que la coloca a la vanguardia de los principales centros económicos y de decisión europeos. En definitiva, esta es una renovación que Madrid necesitaba con urgencia para continuar en el camino hacia su consolidación como ciudad cosmopolita y de referencia en Europa y el mundo entero.