El Gobierno autoriza la opa a Endesa sin tocar el pacto con Iberdrola
Gas Natural no estará obligada a vender redes de distribución de luz y gas (ni aunque se solapen), pero deberá desinvertir el equivalente a 4.300 MW de generación y abandonar Enagás. æpermil;stas son algunas de las condiciones del informe sobre la opa que el Gobierno estuvo discutiendo hasta altas horas de ayer con ciertas diferencias, más numéricas que de fondo, y que no entra a prejuzgar el pacto para la venta de activos a Iberdrola.
El informe de la opa de Gas Natural sobre Endesa elaborado por un equipo interministerial en el que han participado Economía, Industria y Moncloa pasó ayer por la Comisión Delegada para Asuntos Económicos, a la que acuden los secretarios de Estado, y terminó por la tarde en manos de los ministros de Economía, Pedro Solbes, y el de Industria, José Montilla. Estos han mantenido discrepancias sobre algunas cuestiones, más numéricas que de filosofía, de un acuerdo que recoge algunas de las condiciones propuestas por la Comisión de la Energía (CNE), pero todas ellas aligeradas respecto a éstas.
Así, a falta de los cambios que pudieran haberse producido a última hora, el acuerdo de la opa impone a Gas Natural, para su autorización, algunas condiciones de desinversión que afectan a las actividad de generación, aprovisionamiento y transporte y apenas a las de distribución. En generación, tal como recomendaba la CNE, la compañía debe vender 4.300 MW de potencia en centrales con más de 10 años de vida, algunas ubicadas Cataluña y Andalucía. Economía e Industria han discrepado sobre si la gasística debe o no vender ciclos combinados, algo que sí planteaba la CNE.
Una de las cuestiones que generaba más expectativas es la relativa a las redes de distribución, una actividad regulada que tiene la consideración de monopolio natural. Todos los informes oficiales sobre la opa alertaban del peligro que para la competencia puede generar el solapamiento de las redes de luz y gas en Cataluña, Andalucía y Aragón. Gas Natural, en su acuerdo con Iberdrola no plantea la cesión de redes, y el Gobierno, en el acuerdo analizado ayer, tampoco establece ninguna obligación de desinversión, ni siquiera en estas zonas en las que las redes se superponen.
En este sentido, los problemas de competencia que se puedan derivar en este campo se solucionarán, según fuentes cercanas al Gobierno, mediante cambios regulatorios que se plantearán en un paquete que, aunque estaba previsto que se aprobase hoy en paralelo a la opa, se ha dejado para el próximo viernes o el siguiente.
El Gobierno sí recoge, en cambio, algunas de las propuestas de la CNE en el aprovisionamiento. Así, del gas procedente del contrato con Argelia (SaganeI) que suma 5,6 bcm, el que no consuma el mercado a tarifa (una obligación legal) debe subastarse, en línea con lo planteado por el regulador. Tampoco obliga, tal como planteaba el Tribunal de la Competencia en su voto particular, la cesión de la participación del 10% de Endesa en el Medgaz, el proyecto para la construcción de un segundo gasoducto desde Argelia que entrará en funcionamiento en 2009.
En regasificación, también se asume la propuesta de la CNE (y de la propia Gas Natural) de vender las participaciones que tiene Endesa en las regasificadoras de Sagunto (20%) y El Ferrol (21%). En el caso de Enagás, gestor del sistema, Gas Natural debe reducir su participación al 1% (ahora está obligada a bajar al 5%) y abandonar el consejo.
Cesión de clientes
Pese a la recomendación que la CNE hace sobre el comprador de los activos a desinvertir (no se deben vender a Iberdrola, sino al resto de operadores, dijo) el Gobierno no pone condiciones relativas a este pacto, alegando las dificultades legales que esta decisión conllevaría. Si Gas Natural vende a Iberdrola, esta compra debe ser objeto de otro expediente de concentración a autorizar por la CNE y Competencia.
En este pacto se incluye también la cesión de 1,250 millones de clientes de gas a la eléctrica, si bien, la CNE planteó añadir 250.000 clientes más.
Todas las competidoras, ansiosas por el pastel
Las competidoras nacionales y europeas de Endesa han hecho en los últimos días acercamientos al Gobierno para pedir entrar en el reparto de los activos a desinvertir tras la opa y que, finalmente, no serán tantos. Desde la posición explícita de Enel, la eléctrica italiana que aspira a quedarse con todos los activos de la península, hasta los contactos más soterrados que han realizado Unión Fenosa, Cantábrico o la alemana Eon, la francesa EDF y la británica Centrica.Al abstenerse el Gobierno sobre el pacto entre Iberdrola y Gas Natural para la venta de activos, estas compañías deberán esperar a que la CNE y Competencia den el visto bueno a esta concentración. Gas Natural se ha comprometido a vender a Iberdrola 3.100 MW en la península, pero el Gobierno plantea 4.300 MW, con lo que, a falta de que ese pacto reciba el beneplácito oficial, Gas Natural todavía podría vender a terceros 1.200 MW (dos centrales).Este tipo de activos podría interesar a las compañías europeas con poca cuota de mercado en España, pero son poco interesantes para las locales, como Fenosa o Hidrocantábrico, más dispuestas a adquirir redes de distribución de luz o gas (que no se venderán), o los clientes de gas que, en su mayoría, se han comprometido con Iberdrola.