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Judicial

'Enron era una bomba programada para estallar', según el fiscal

'Mientras los altos ejecutivos de la empresa convencían al público y a los inversores de su éxito y se enriquecían a su costa, la empresa se enfrentaba a pérdidas millonarias. Los últimos meses, Enron era una bomba programada para explotar'. Este fue el argumento que los fiscales esgrimieron ayer al comienzo del juicio sobre la empresa Enron.

Tras cuatro años de investigación realizada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, la fiscalía sostiene que los ex presidentes Ken Lay y Jeffrey Skilling se pusieron de acuerdo para esconder la enorme cantidad de deudas de la compañía y mintieron a analistas e inversores, pese a la inminente quiebra de la empresa.

Lay y Skilling están acusados de más de una docena de delitos de fraude y conspiración por ocultar el desorden financiero que llevó al colapso al gigante eléctrico en 2001 y que obligó a cambiar el sistema de contabilidad empresarial.

Lay se embolsó, según el fiscal John Hueston, cerca de 220 millones de dólares (unos 180 millones de euros) en concepto de sueldo y por la venta de sus acciones de Enron entre 1999 y 2001. 'Mientras, Skilling se llevó a casa 150 millones de dólares (123 millones de euros)', añadió el fiscal.

Skilling se enfrenta también a la acusación de haber vendido sus acciones utilizando información privilegiada. Lay tendrá que enfrentarse después a un juicio distinto por malversación de créditos bancarios.

Durante el discurso inicial, Hueston dijo al jurado que 'para el mundo exterior, Enron parecía ser la viva imagen del éxito corporativo mientras que, puertas para adentro, las cosas iban realmente mal'.

Tras los argumentos de los fiscales, los abogados de la defensa tendrán dos horas para exponer su tesis.

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