El motor confía en la inmigración para impulsar la venta de coches
Los fabricantes y vendedores de coches confían en que el cada vez mayor número de inmigrantes que viven en España sirva para frenar la caída prevista para las ventas de vehículos en los próximos ejercicios, de la misma forma que han reactivado el mercado de segunda mano. Los vendedores cifran en 1,2 millones de coches su potencial de compra.
La participación de los aproximadamente cuatro millones de inmigrantes residentes en España en el negocio automovilístico es escasa aún. Actualmente, los extranjeros compran y venden entre 380.000 y 400.000 vehículos usados al año. Estos coches suelen tener de media entre ocho y diez años de antigüedad, según los datos facilitados por la patronal de los concesionarios, Faconauto. La tasa de motorización en España es de 800 vehículos por cada 1.000 habitantes, aplicable también a los inmigrantes.
De hecho, la inmigración ha supuesto la salvación para el mercado de segunda mano. Según datos de los vendedores de coches (reunidos en la organización Ganvam), en 2004, los últimos datos disponibles, se vendieron en España la cifra récord de 1,44 millones de coches de segunda mano, un mercado que languidecía hasta la irrupción de este fenómeno. Tanto, que según Faconauto, este segmento de la población está impulsando el mercado de tercera mano (es decir, la venta de un coche de segunda mano).
Sin embargo, la regularización acometida por el Gobierno entre marzo y abril del pasado año ha mejorado las perspectivas financieras de los 2,5 millones de personas que se acogieron al proceso. El 65% de los inmigrantes dispone ya de una cuenta en bancos o cajas, según datos de la Fundación de las Cajas de Ahorros y el 35,7% pide créditos.
Actualmente, los extranjeros compran unos 400.000 automóviles al año
Estas cifras mejorarán a medida que se asienten en el país, lo cual ha llevado a los fabricantes (que siguen fieles a su estrategia de producir 'coches nicho' por afinidad al público) a, cada vez más, ofrecer productos que se pueden adaptar a sus especificidades cuando, al igual que los restantes consumidores, se decanten más por los coches nuevos. El mercado es suculento. Sólo en España, los inmigrantes tienen un potencial de compra de 1,2 millones de unidades.
Es el caso del Logan, producido por Dacia, una filial rumana de Renault y que se lanzó con el apodo de el coche de los 5.000 euros (aunque su precio final ha sido sustancialmente mayor, unos 7.400 euros). Este coche se adapta a los requisitos que buscan por lo general los inmigrantes, es decir, coches amplios, familiares, con un equipamiento mínimo, muy básico y con precios bajos.
En este segmento compiten todas las marcas generalistas y los duros competidores asiáticos. Marcas como Chevrolet o Hyundai (ambas de fabricación coreana) presentan modelos como el Matiz o el Atos, a precios que superan por poco los 7.500.
China, rival para los vehículos usados
La próxima entrada en el mercado español y europeo de automóviles fabricados en China supondrá un nuevo competidor para captar a los compradores menos exigentes o con menores recursos económicos.Actualmente, diversos grupos distribuidores y empresarios se encuentran con negociaciones para importar automóviles del gigante asiático a España. Entre ellos, el mejor situado es el grupo Bergé, que ya distribuye modelos de las marcas Chery y SAIC. Además, hay diversos empresarios, como el ex presidente de Toyota y de Rover en España, Alfonso Saavedra, que contemplan entrar en el sector.Los concesionarios prevén que no restará ventas al mercado sino que éste crecerá 'por abajo' y, que 'en todo caso', perjudicará a la venta de vehículos usados. El fabricante chino Geely es el más optimista a la hora de pronunciarse sobre cuándo podrán llegar sus automóviles a Europa. Zhao Jie, vicepresidente de la compañía y responsable de su expansión internacional estima que esta entrada se producirá en unos dos años, una vez cumplan todos los requisitos de la UE.