Alemania para hinchas
Los hinchas españoles podrán mutarse en turistas aventajados cediendo a las tentaciones de las tres ciudades donde jugará la selección española en la primera fase: Leipzg el 14 de junio, una de las joyas de Sajonia, la ciudad de Bach, castigada por el urbanismo socialista, pero espléndidamente recuperada en los últimos diez años; Stuttgart 19 de junio, otra población que sufrió mucho con la destrucción de la Guerra pero convertida ahora en una urbe verde, a la medida humana, meta de los amantes del arte (por sus imprescindibles museos) y de los amantes del vino; y cerca de esta última, Kaiserslautern 23 de junio, una localidad estudiantil y de aspecto moderno a pesar de albergar edificios tan venerables como la catedral o el palacio renacentista del emperador Barbaroja.
Pero con suerte, los hinchas españoles podrían viajar a otras ciudades si los muchachos de Luis Aragonés pasan a la segunda ronda. Siempre será un buen momento para visitar muchas de las ciudades alemanas. Y es que el deporte sirve de coartada no sólo para viajar y hacer turismo, también para hacer arquitectura de vanguardia.
La Copa de la FIFA 2006 (o Mundial de Fútbol) en Alemania ha supuesto la construcción o renovación de estadios que harán historia. En Múnich, donde tendrá lugar el partido inaugural el próximo 9 de junio, se ha creado un estadio, el Allianz Arena, de contorno rabiosamente innovador y cuya masa cambia de color según el equipo que juegue.
Diseñado por el estudio Herzog y De Meuron, este edificio rompedor se sumará, en los hábitos turísticos locales, al también vanguardista estadio para las Olimpiadas de 1968 -por cierto, trágicas, revividas en estos días por la película de Steven Spielberg Munich-.
Pero el estadio más emblemático será donde se juegue la final el 9 de julio: el Olympiastadium de Berlín. æpermil;ste fue el que trazó Werner March para los Juegos Olímpicos de 1936, salpicados por el auge del fascismo y la inminencia de la guerra.
Durante cuatro años el estadio ha sido objeto de una profunda remodelación por parte de los arquitectos Gerkan, Marg and Partner, siendo reinaugurado en 2004, con tiempo suficiente para someter a prueba su capacidad para 74.000 espectadores.
La gala de inauguración prevista para el 7 de junio (con 7.000 participantes coordinados por el coreógrafo americano Philipe Decouflé) parece definitivamente suspendida. Pero sigue en pie un sustancioso programa cultural que afecta a las doce sedes de los encuentros (Dortmund, Hamburgo, Stuttgart, Leipzig...); especialmente a Berlín, epicentro de estos mundiales y capital de moda.
Allí se instalarán pantallas gigantes en lugares señalados (como la Puerta de Brandenburgo o la vecina Potsdamerplatz), y la oferta cultural abarcará desde una cumbre literaria entre escritores, hasta el estreno de un ballet (Vespero, en la ópera Unter den Linden), de un 'oratorio futbolístico' de Moritz Eggert (en la âpera Cómica) o del espectáculo Ein Herz ist kein Fussball (Un corazón no es un balón, en la KulturBrauerei de la Scönhauser Allee).