Blancos y negros en la nueva primavera-verano de Chanel
Blancos y negros con leves toques de azul, rosa o beis pero siempre muy claros, junto a grises, plateados y matizados dorados para las grandes ocasiones, serán los colores de la alta costura Chanel para la primavera-verano 2006, presentada ayer en el Grand Palais de París. Enamorado de esta espectacular obra arquitectónica acristalada, que en 1900 acogió la Exposición Universal, el modisto Karl Lagerfeld jugó con los círculos y transparencias de la recién restaurada cúpula central para crear el mágico escenario de su última colección: una espiral en forma de escalera rematada por una misteriosa columna blanca.
El color blanco impregnó también los cojines y las gradas circulares que el maestro hizo instalar en el corazón del Grand Palais para recibir a sus selectos invitados.
Abundaron los vestidos cortos negros, sobre las rodillas; las botas rectas y anchas, sin tacón, generalmente blancas, con la puntera y los talones negros, a veces con una raya negra central vertical. Hubo, por supuesto, los clásicos trajes de chaqueta de tweed, blancos inmaculados, sobre leotardos arrugados de lana o con lentejuelas, terminados, como no, en botas. El propio Lagerfeld rubricó la importancia pues él mismo portaba idénticas botas que sus modelos, en versión negra y sobre ajustados vaqueros.