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Lealtad, 1
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Europa y el reequilibrio global

La reactivación de la economía europea era, en los últimos años, una de esas tareas domésticas que se posponen indefinidamente sin que ni siquiera sea necesario renovar el catálogo de excusas. Desde los ingenuos tiempos de la burbuja tecnológica la economía europea, que es como decir la economía francoalemana, no carburaba, y siempre la tesis era la misma: la falta de reformas estructurales.

Ahora las perspectivas parecen haber cambiado. No hay mejor prueba que la decisión del Banco Central Europeo de empezar a subir los tipos de interés. Si bien las alzas se antojan de momento tímidas, hay analistas que no descartan que el precio del dinero alcance del 3% a fin de año. Alemania ha elevado la previsión de crecimiento y ello se debe, fundamentalmente, al tirón empresarial y del sector exterior. El consumo sigue siendo el talón de Aquiles, si bien la recuperación ha de empezar por algún sitio, y la exportadora es la mejor baza de Alemania.

En Japón sucede algo parecido. De la mano del sector empresarial, que ha aprovechado la irrupción de China, empiezan a escucharse señales de mejora, después de unos 15 años de crisis económica.

Las dos noticias deben concretarse, pero son tendencias muy positivas por el momento en el que llegan. China y Estados Unidos han actuado -unos por el lado de la oferta, otros por el de la demanda- de motor económico mundial. En Estados Unidos hay elementos de política monetaria y fiscal que pueden enfriar el crecimiento del consumo. Si otras áreas económicas llegan a tiempo al relevo, la moderación en Estados Unidos será incluso deseable para evitar un recalentamiento inflacionista.

Se trataría, en definitiva, del último paso en la normalización posterior a la crisis. Con una política monetaria neutral y el crecimiento mejor repartido, se podría hablar del reequilibrio global. Siempre que no se rompa antes, como en la parábola infantil, el primer cántaro de leche.

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