Déficit exterior excesivo
El déficit de la balanza por cuenta corriente creció un espectacular 62,2% en los diez primeros meses de 2005, hasta superar los 54.100 millones de euros. España tiene así el dudoso honor de colocarse puntera entre los países desarrollados al considerar el déficit por cuenta corriente como porcentaje del PIB (en torno al 7%). Hay quienes intentan relativizar estas cifras indicando que se deben, sobre todo, a que la economía española crece más que la de sus principales socios comerciales y señalando que la financiación de este saldo negativo no resulta un problema gracias a la pertenencia a la zona euro. Pero lo que este déficit refleja es, sobre todo, una pérdida progresiva de la competitividad que deriva en un incremento constante de las importaciones muy superior al de las ventas en el exterior. Una dinámica que, sencillamente, es insostenible a medio y largo plazo.