Seis empleadas denuncian a Dresdner en EE UU por discriminación
Cinco empleadas de la filial estadounidense del Dresdner Bank y otra de la británica han demandado en Nueva York por discriminación a la entidad alemana. Reclaman 1.400 millones de dólares en compensaciones.
Katherine Smith, quien desde 1996 ha trabajado en la filial británica de Dresdner Bank, era conocida como 'la Pamela Anderson de ventas e intermediación' por parte de sus compañeros y jefes. Además de juzgarla por su apariencia física, Smith, una de las empleadas de mayor productividad de la firma, asegura que ha recibido menos bonus y se le han negado promociones que han sido concedidas a hombres de menos experiencia y peores resultados.
A Jyoti Ruta, empleada de la firma alemana en EE UU, se le apartó de las carteras que más oportunidades de negocio generaban después de volver de un permiso de maternidad.
Son los casos de dos de las seis mujeres que han interpuesto una demanda en Manhattan contra Dresdner Kleinwort, y su matriz el Dresdner Bank en EE UU. En la acción judicial se especifica que han sufrido trato discriminatorio, que se les niegan mayores retribuciones y promociones y que además son sujeto de comentarios y actitudes lascivas, algo que parece estar a la orden del día en el refinado ambiente de Wall Street. El banco ha dicho que acudirá el litigio y ha negado las acusaciones.
En la demanda, que busca compensaciones por distintos conceptos de 1.400 millones de dólares, se solicita al juez que se eleve ésta a un estatus de acción conjunta que englobe a más 500 empleadas de la filial estadounidense.
La acción es la última en una serie de ellas. Empleadas de Merrill Lynch, Salomon Smith Barney y UBS también ha demandado a sus empleadores y en casi todos los casos éstos han terminado pagando millonarias sumas. El último caso fue contra Morgan Stanley que en 2004 pagó 54 millones a 340 mujeres.
La proliferación de estos litigios es uno de los esfuerzos de las mujeres de Wall Street que están dispuestas a romper a golpe de demandas el llamado techo de cristal que les impide mejorar profesional y salarialmente en un sector dominado por hombres en altos niveles de responsabilidad. Como muestra, en la demanda, las seis de Dresdner explican que en los altos puestos sólo hay un 2% de mujeres.
Acusaciones. Sexo en el despacho y visitas al club de striptease
Maria Rubashkina, empleada de Dresdner en Nueva York, alega que un director gerente llevaba de forma rutinaria a prostitutas a su despacho durante la hora de la comida.Jyoti Ruta, directora, fue obligada a dejar una cena de celebración de un negocio para que sus compañeros fueran a un club de striptease.Joanne Hart, directora de relaciones con los inversores, vio como su bonus rebajaba en la misma proporción que subía su carga de trabajo. Al quejarse le dijeron que era necesario para pagar a los hombres jóvenes.