El Gobierno central avisa de las dificultades en renovar el Cupo
El año que acaba de iniciarse marca el periodo de negociación entre Madrid y Vitoria para el nuevo Cupo vasco (sistema por el que Euskadi aporta una cantidad al Estado central por los servicios que éste presta en la comunidad), a implantarse a partir de 2007.
El delegado del Gobierno en el País Vasco, Paulino Luesma ha advertido de que la renovación de la Ley del Cupo 'puede ser compleja' aunque 'en estas negociaciones al final siempre se ha llegado a un acuerdo'.
Luesma considera que, 'a pesar de que es evidente que se ha recuperado el diálogo institucional entre ambas administraciones, eso no quiere decir que no haya discrepancias'.
En la metodología del Cupo, que se modifica cada cinco años, están incluidas una serie de variables macroeconómicas que sirven para calcular la aportación de Euskadi al Estado central, unas variables que tanto Madrid como Vitoria intentan variar a su propio beneficio. En 2005 el pago del Cupo ascendió a 1.200 millones de euros.
Luesma confía en que, al final, el agua no llegue al río como ocurrió con el anterior Gobierno del PP con el que, no sólo hubo dificultades con el Cupo sino que éstas se extendieron a la renovación del propio Concierto Económico. Este, vigente para 20 años, tuvo que ser prorrogado en 2001 cuando tocaba su renovación ante la falta de acuerdo. Al final, el 6 de marzo de 2002, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y la vicelendakari, Idoia Zenarruzabeitia, firmaron la renovación del Concierto, con carácter indefinido. Para llegar al acuerdo las Administraciones vascas renunciaron a su exigencia de tener presencia y voz propia en las instituciones europeas. A cambio, se desjudicializaron las relaciones entre ambas Administraciones.