Las 'telecos' alternativas acusan a la CMT de fijar las tarifas con opacidad
El regulador de las telecomunicaciones, la CMT, ha aprobado los nuevos precios que Telefónica cobrará a los rivales por ceder su red durante los próximos dos años. Pero las operadoras alternativas, encargadas de pagarlos, han quedado al margen del proceso, sin derecho a conocer los detalles de la reforma. Su patronal acusa a la CMT de opacidad y pide cambios.
Cada sector tiene sus propias reglas y las del negocio de telecomunicaciones dicen que las operadoras se quedan al margen del proceso de fijación de los precios mayoristas, los que se pagan a Telefónica por usar su red. Así ha sucedido con la aprobación del marco de tarifas para el próximo bienio -la llamada oferta de interconexión de referencia, OIR-, que el consejo de la CMT acaba de validar, sin que las telefónicas conocieran los precios hasta que se hizo pública la resolución oficial.
Este comportamiento ha despertado las críticas de la patronal que agrupa a las operadoras alternativas, Astel, que acusa de opacidad al regulador. No se trata, argumenta, de saber el contenido exacto de la OIR, pero sí las tarifas que se pretenden fijar. 'La CMT hace este proceso muy opaco', asegura Lionel Fernández, el director general. 'Los precios sólo aparecen cuando la resolución está aprobada, así que se hurta el debate y se convierte en un diálogo entre el regulador y Telefónica. En otros sectores, como en el eléctrico, no sucede así y los afectados alegan con conocimiento de causa'.
La principal consecuencia es que las operadoras alternativas sólo tienen conocimiento de los precios que se van a aplicar cuando la resolución tiene el visto bueno del consejo de la CMT y ya es oficial. Si no están de acuerdo, la única vía es el recurso a los tribunales.
Las compañías pueden alegar, pero sin conocer las cifras, y una vez aprobadas el único recurso es el juez
Eso no quiere decir que las operadoras no puedan alegar durante el trámite pertinente. 'Nosotros podemos opinar, y de hecho lo hacemos antes de que la resolución sea firme, pero sin el conocimiento de las cifras es una opinión en el vacío', añade Fernández.
La CMT ha rehusado atender las peticiones de información de este periódico, pero la respuesta que ha dado a las quejas de las operadoras, según aseguran las afectadas, es que debe proteger la confidencialidad de los datos de Telefónica.
Y es que los precios de interconexión deben estar orientados a los costes que efectivamente soporta el ex monopolio por mantener sus infraestructuras, así que esta información es una parte imprescindible del proceso.
Los operadores alternativos tienen claro que, 'respetando de forma absoluta el deber de confidencialidad, ésta no es una excusa válida para el silenciamiento'. De hecho, tampoco Telefónica conoce las tarifas hasta que le llega la resolución y eso que los datos confidenciales los aporta ella misma. Es cierto que el ex monopolio dispone de más información que sus competidores, pero el proceso también es opaco para el ex monopolio.
Más interconexión por capacidad
Al margen de la polémica en el procedimiento de fijación de precios, las tarifas en sí también traen siempre su propia dosis de discusión. En este caso, la oferta de interconexión de referencia ha sido bien acogida por las nuevas telefónicas, pero precisamente porque extiende uno de los aspectos más criticados por Telefónica.
Se trata de la interconexión por capacidad, que permite a las operadoras alternativas comprar volúmenes de tráfico al ex monopolio por adelantado y a precios más bajos, en lugar de pagar de forma individual cada minuto que utilizan sus líneas. Desde que se aprobó esta modalidad, Telefónica intenta que se suprima, alegando que ningún país de Europa dispone de ella y que desincentiva la inversión.
Sus rivales, mientras tanto, la consideran vital para competir con ella en igualdad de condiciones y lanzar las famosas tarifas planas, por ejemplo. Y parece que, incluso sin conocer las cifras, las operadoras alternativas han convencido al regulador. La interconexión por capacidad no sólo sobrevive en la nueva OIR, sino que la CMT ha decidido hacerla extensiva a todos los servicios posibles, incluidos los de red inteligente o números cortos.
El resto de los precios de interconexión se ha mantenido o se ha rebajado ligeramente, sobre todo el de circuitos, que lo hace un 33%. Todos estos descensos tienen por objetivo igualar los precios españoles con la media europea.
Tele2 denuncia que no hay factura única
Fiel a su cita anual, la primera operadora alternativa de Europa, Tele2, ha hecho público su informe sobre el estado de la regulación en el Viejo Continente y las conclusiones no son alentadoras. La compañía sueca con presencia en España critica 'el vacío legal de facto' que han creado los fuertes retrasos en el desarrollo de la nueva normativa obligada por la Unión Europea y en los análisis sobre los distintos mercados en los que se divide el negocio. Esta postergación 'dificulta que los operadores incumbentes y alternativos compitan en igualdad de condiciones', asegura el informe.España no es una excepción. De hecho, la CMT acaba de pedir una ampliación de plazo para la definición y análisis de ocho mercados. Pero a ello se añade, a juicio de Tele2, la ausencia de la factura única y el empaquetamiento 'anticompetitivo' de productos por parte de Telefónica.La factura única permite a los usuarios pagar a un solo proveedor de telecomunicaciones y que sean luego los operadores los que se liquiden los abonos entre ellos. Se trata de una medida obligatoria, dice Tele2, 'que en la mayoría de los países de la Unión Europea se ha impuesto con anterioridad a la revisión de los mercados o como propuesta tras el análisis de los mismos'.La última queja de Tele2 con respecto a España es el empaquetamiento de productos de Telefónica, que 'imposibilita en la práctica que los operadores alternativos puedan competir con ofertas integradas fijo-móvil debido a las barreras de entrada al mercado de los móviles virtuales'.