Caruana aprecia desaceleración en el crecimiento
El Banco de España considera que la actividad económica ha mantenido un crecimiento sostenido en el 'tramo final del año', aunque puntualiza que 'probablemente' en el cuarto trimestre el PIB evolucione 'a un ritmo ligeramente inferior' al del tercer trimestre', que fue del 3,5%.
En su último Boletín Económico, la entidad recuerda que el dinamismo económico del tercer trimestre fue consecuencia de una mejor evolución del sector exterior y de un avance sostenido y relativamente estable de la demanda nacional.
El gasto interno siguió apoyándose en la construcción, que reforzó su crecimiento, y en el consumo privado, que sólo se ralentizó dos décimas, mientras que la inversión en equipo registró tasas cercanas al 9%.
Así, 'la información referida a los meses finales del año, todavía muy parcial, se sitúa en línea con estas tendencias', aunque, en algún caso, como el de la fuerte ralentización registrada por las exportaciones y las importaciones en octubre, precisa la entidad, 'es difícil' hacer previsiones, ya que puede verse afectada por la huelga de transportistas que tuvo lugar ese mes.
En el Boletín se recuerda que el déficit comercial aumentó en octubre el 23% en términos nominales, con lo que el acumulado desde enero fue un 30% superior al registrado en el mismo periodo de 2004 y que el saldo conjunto de las balanzas por cuenta corriente y de capital acumuló un déficit de 43.085 millones de euros hasta septiembre, un 82,1%o más que un año antes.
La mayor debilidad que ha mostrado la producción industrial en octubre también puede estar condicionada por problemas de abastecimiento ocasionados por la citada huelga, según el Banco.
Respecto a la construcción, el indicador de confianza registró un avance sustancial en noviembre, hasta acercarse a su máximo histórico, producto de las mejoras en la contratación actual y en la tendencia del empleo.
La deuda de las familias no cae
El Banco de España constata en su boletín que prosigue el 'elevado dinamismo' de la deuda de los hogares y de las sociedades, en un contexto en el que las condiciones de financiación siguieron siendo 'holgadas' a pesar del aumento de los tipos de interés negociados en los mercados.Explica además que este dinamismo en el endeudamiento de las familias españolas continuó apoyándose en la elevada expansión de la financiación para la adquisición de una vivienda, que siguió creciendo a un ritmo interanual superior al 24%.