Dos jóvenes logran 18,5 millones de beneficio por el error en la Bolsa de Tokio
Dos inversores con menos de 30 años se han hecho millonarios gracias al error de Mizuho Securities sobre una orden de venta de una compañía que salió a Bolsa a principios de mes, J-Com.
Takuo Tsurushima, presidente de la Bolsa de Tokio es el vencido en la última historia protagonizada por el parqué, el error millonario de Mizuho Securities sobre las acciones de J-Com, una empresa de servicios auxiliares de telecomunicaciones. Tsurushima presentó ayer su dimisión. 'Todos debemos esforzarnos al máximo para crear nuevos sistemas que puedan restablecer la confianza de los inversores', dijo en rueda de prensa.
A principios de mes, Mizuho introdujo una orden de venta de 610.000 acciones de J-Com de un valor cada una de un yen. En realidad lo que quería hacer era comprar un título de 610.000 yenes. Cuando se percató del garrafal error le fue imposible ejecutar la orden. Tsurushima reconoció la responsabilidad que tuvo la Bolsa al no facilitar la corrección de fallo.
Al otro lado de la cadena de acontecimientos estaban los vencedores, dos jóvenes menores de 30 años que han conseguido un beneficio de 22 millones de dólares (18,50 millones de euros). Los protagonistas son Takashi Kotegawa, un parado que se ha convertido en el inversor particular que más dinero ha sacado en la historia con el error de una operación bursátil, 14,45 millones, y Tetsuya Ichimura, director ejecutivo de 24 años, que consiguió 4,10 millones. 'Yo me asusté al ver una orden de ventas masivas. No sabía lo que pasaba. Esperé al que el precio de J-Com cayera al millón de yenes, pero bajaron hasta los 572.000 yenes', dijo Kotegawa en una conversación telefónica.
Los títulos, pues, cayeron al límite permitido. 'Después, gasté 3.440 millones de yenes para comprar 7.100 acciones y vendí 1.100 el mismo día', explicó dicho inversor. Kotegawa sumó 912.000 yenes por cada título que se quedó después de llegar a un acuerdo con la cámara de compensación y liquidación, Japan Securities Clearing Corporation.
Ichimura, por su parte, pagó 759.661 yenes por cada acción de J-Com y recibió a cambio 912.000 yenes por título, sobre un total de 3.701.
Estos dos inversores no son los únicos beneficiados del fallo cometido por Mizuho. Varias firmas de intermediación también han hecho dinero con la operación.