Londres acepta recortar 10.500 millones su 'cheque'
La resolución del conflicto presupuestario llegó cuando Londres aceptó finalmente una rebaja de 10.500 millones de euros en el cheque británico (la compensación al Reino Unido por no recibir ayudas agrícolas) a cambio de una vaga posibilidad de reforma de la Política Agraria Común (PAC) antes de 2013, supeditada en cualquier caso al apoyo unánime de todos los socios.
El primer ministro británico y presidente semestral de la UE, Tony Blair, se resistió hasta bien entrada la tarde del viernes a aceptar un nuevo recorte del cheque, tras haber ofrecido días antes una rebaja de 8.000 millones. 'El momento crucial fue la reunión Blair, Chirac y Merkel, cuando al primer ministro británico le quedó claro que la cumbre fracasaba si no cedía más terreno en el cheque', señala John Palmer, analista del instituto de estudios European Policy Centre.
Blair sólo ha perdido la mitad que con la propuesta presupuestaria que vetó en junio, pero ha aceptado que Reino Unido pague a partir de 2013 la factura completa de todas las ampliaciones, exceptuando el gasto agrícola. 'Tenemos que contribuir como todos al desarrollo de unos países cuya integración hemos defendido a capa y espada', justificó Blair un cambio que la oposición conservadora y la prensa euroescéptica de su país califica de 'traición'.
Francia, Alemania y España lideraron la ofensiva contra el cheque, con el objetivo de arrancar una reforma que permita su extinción futura. Aún así, Blair ha conseguido mantenerlo para el gasto comunitario en los 15 socios veteranos y advirtió que, en ese terreno, 'no cederemos ni una parte mientras no haya una reforma fundamental de la PAC'. De momento, el Reino Unido ha tenido que conformarse con una 'cláusula de revisión' que 'invita a la Comisión a presentar en 2008-2009 un informe sobre la revisión global del Presupuesto europeo, incluida la PAC y el cheque británico'. En base al documento, el Consejo Europeo 'podrá tomar decisiones sobre todos los aspectos cubiertos por el informe', pero Francia ya ha recordado que esas posibles reformas serían por unanimidad.
La Comisión calcula que el cheque británico, si no se hubiera modificado, habría pasado de 4.700 millones anuales de media a unos 7.700 millones. España hubiera sido uno de los países más perjudicados, porque es el tercer contribuyente (con unos 700 millones anuales) de ese privilegio presupuestario que disfruta Londres desde 1984.