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Cumbre OMC

Acuerdo para suprimir los subsidios a la exportación agrícola

La cumbre de la OMC se salvó en la última jornada. Los países ricos han accedido a eliminar las ayudas agrícolas a la exportación en 2013, y hay un principio de acuerdo para permitir la entrada libre de los productos de los países más pobres. Los avances en industria y servicios, principal ambición europea, han sido escasos.

Los países ricos acabarán con las ayudas a la exportación que otorgan a sus agricultores en un plazo de ocho años. Además, se comprometen a facilitar el acceso libre de aranceles y cuotas para el 97% de las líneas de productos de los 49 países más pobres del planeta. Esos son los principales acuerdos alcanzados en la jornada de ayer, última de la cumbre de la Organización Mundial del Comercio celebrada durante toda la semana en Hong Kong. Como paso más inmediato, los países ricos han accedido a eliminar las ayudas a la exportación de algodón el año que viene. Eso sí: sobre las subvenciones internas no hay ningún compromiso.

El texto acordado, que no detalla los extremos de su implementación, sí sirve para salvar una cumbre amenazada por la sombra del fracaso con la que se cerró la anterior, celebrada hace dos años en Cancún (México). Así, sin ser un éxito sonoro, Hong Kong ha valido para sentar las bases de un acuerdo más amplio que cierre el año que viene la actual ronda negociadora de Doha, y también para hacer honor al apellido con el que la OMC la ha bautizado: 'del desarrollo'.

El ministro de Comercio de India, Kamal Nath, reflejó el sentir mayoritario: 'Después de dar vueltas y vueltas en un tiovivo, por fin nos movemos en la dirección adecuada. Pero tenemos que coger impulso en los próximos meses'. El próximo dead-line es el 30 de abril: entonces deberá haberse concretado la forma en la que se canalizará la eliminación de los aranceles para los países pobres (incluyendo la lista definitiva de productos exentos a esta medida), y deberían avanzar las negociaciones sobre los subsidios domésticos a la agricultura, que distorsionan el comercio más que las ayudas a la exportación. También el próximo año se deberían acordar medidas para comenzar a liberalizar los mercados de industria y servicios, los dos ámbitos en los que menos se ha avanzado.

El presidente de la OMC, Pascal Lamy, dijo a los ministros que el mayor logro de la cumbre 'no es una fecha ni una cifra, sino una nueva energía política' para proseguir las negociaciones de la ronda del desarrollo. De acuerdo con el texto pactado, Europa eliminará los subsidios a la exportación concentrando 'una parte sustancial' de los recortes en la primera parte de un periodo de implementación, que abarcará desde 2008 hasta 2013. Brasil, India y EE UU habían pedido la eliminación de esas ayudas, que alcanzan los 3.600 millones de dólares anuales, antes de 2010. Las ayudas estadounidenses a la exportación son mucho menores, pero el acuerdo relativo al algodón incluye un compromiso por su parte para acelerar el ritmo de desmantelamiento de las subvenciones internas, una antigua reclamación de los productores africanos.

La reducción de aranceles para los países pobres deja fuera al 3% de las líneas de las categorías, los llamados 'productos sensibles'.

Pocos avances en industria y servicios

El pacto de compromiso alcanzado ayer por los 149 países miembros de la OMC contiene escasos avances sobre la apertura de mercados de industria y servicios, las dos áreas sobre las que se centraban los intereses europeos.En el ámbito de los servicios, el texto final sólo remite a ulteriores negociaciones en el primer semestre de 2006: los países ricos presentarán una propuesta de reforma en febrero, a la que se han comprometido a responder los países en desarrollo en el mes de junio. David Viñuales, de Intermón Oxfam, considera que esta premura puede afectar negativamente los intereses de estos países, 'puesto que en muchos de ellos los servicios están muy poco desarrollados, y la presión podría llevarles a aceptar condiciones ventajosas para los países ricos'.En cuanto a la industria, el acuerdo no plantea ninguna fecha concreta, ni siquiera para proseguir las negociaciones, aunque sí se ha decidido trabajar con la base de la denominada 'fórmula suiza': los productos que actualmente son objeto de los aranceles más altos serán los que los verán recortados en mayor medida. El texto incluye una referencia a las 'especiales necesidades' de los países en desarrollo, para los que se buscará 'un compromiso menos que recíproco'.Posiblemente, el comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson, tenía en mente ayer los escasos avances en industria y servicios al afirmar que el acuerdo 'no es suficiente para hacer de la reunión un éxito completo, pero es suficiente como para no considerarlo un fracaso'.

Las claves. Un texto de compromiso que deberá concretarse en 2006

 

Acuerdo centrado en salvar la 'ronda del desarrollo'

Los compromisos aceptados por los países ricos no colman las aspiraciones de los países emergentes ni de las de los más pobres, pero denotan un interés para salvar la cara a la ronda de Doha. Este marco negociador, iniciado en 2001, tiene como elemento central la incorporación de los países en desarrollo al comercio mundial. La eliminación de los subsidios a la exportación de productos agrícolas y la apertura de mercados para los países más pobres, a concretar en 2006, van en esa dirección. Los avances sobre industria o servicios, prioridades de los ricos, tendrán que esperar.

Protestas antiglobalización mayoritariamente pacíficas

La última jornada de la cumbre no estuvo exenta de las ya habituales protestas, protagonizadas principalmente por agricultores surcoreanos. Ayer, miles de manifestantes caminaron de forma pacífica para protestar contra la globalización. La calma reinante contrastó con los sucesos del sábado, cuando se produjeron diversas batallas entre manifestantes y miembros de la policía. Con todo, las protestas de Hong Kong han sido de menor intensidad y, sobre todo, más pacíficas que las que tuvieron lugar en otras cumbres de la OMC, como la de Seattle o la de Génova.

España, entre la decepción europea y las 'reglas de origen'

Los intereses españoles se centraban, como en el conjunto de la UE, en la liberalización de industria y servicios, aspectos apenas tratados en el acuerdo. Los países en desarrollo sí han consentido en garantizar que las 'reglas de origen' (denominaciones regionales y garantías de calidad) sean 'simples y transparentes', una demanda española. El secretario de Estado de Comercio, Pedro Mejía, dijo que la declaración 'es aceptable', pero 'no colma las aspiraciones'. La supresión de ayudas a la exportación 'no afectará a España', al estar incluida en la reforma de la PAC de 2003.

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