Vigilar el mercado con mano izquierda
Las recomendaciones y cartas circulares de la CNMV cubren el hueco entre autorregulación y normas 'duras'
El penúltimo día de octubre de 2000 Pilar Valiente dejaba sin validez las 32 cartas circulares emitidas por Juan Fernández-Armesto, el anterior presidente de la CNMV. Estas cartas, a diferencia de las circulares de la Comisión, no eran normas oficiales, sino que orientaban al mercado sobre la interpretación de las normas u ofrecían recomendaciones. Valiente las retiró de la página de internet y las dejó sin validez porque, señalaba, 'creaban confusión'.
Hace dos semanas, la CNMV sometió a consulta un borrador de carta circular en la que aconsejaba a las empresas ciertos mecanismos para evitar que en las reuniones con analistas se difundiese información privilegiada. No es la primera vez que la CNMV emite opiniones, recomendaciones, interpretaciones o recordatorios al mercado o a parte del mercado. Así recuerda, por ejemplo, las obligaciones a las que está sometido el depositario de un fondo de inversión -bajo el mandato de Blas Calzada- o algunos términos de la Ley de Auditoría. En todo caso, la Comisión no quiere hacer de la norma blanda un objeto de uso corriente como en la etapa de Armesto.
'Preferimos normativa vinculante, pero a veces no podemos por Ley o la situación no lo requiere. En ningún caso es nuestra intención regular a través de recomendaciones, porque si se regula es a través de normas'. explican desde la Comisión. Los recordatorios, recomendaciones o explicaciones sobre la interpretación de la norma son una costumbre relativamente extendida entre los reguladores, especialmente entre los anglosajones.
La Comisión afirma no tener intención de regular a través de recomendaciones
La SEC de Estados Unidos, por ejemplo, ofrece públicamente sus interpretaciones sobre asuntos legales o contables. 'Proporcionan orientación a aquellos que deben cumplir las leyes. Pero, como representan la visión del personal de la SEC, no son legalmente vinculantes', explica el supervisor de EE UU en su página de internet. Los reguladores de Francia y Reino Unido también recogen esta posibilidad.
'Aunque la normativa fuera perfecta hay temas en los que no veo mal el uso de este instrumento, se llamen cartas circulares, orientaciones o recomendaciones, siempre que esté acotado. Regular absolutamente todo es imposible, pero tampoco es adecuado dejar zonas en sombra. Pero hay que usar estas normas con mucha prudencia', señala Gregorio Arranz, del despacho Jonesday.
En cualquier caso, las cartas circulares son sólo una parte -probablemente la más llamativa- de las normas no vinculantes de la CNMV. En la página de internet del supervisor está, por ejemplo, el apartado 'comunicaciones de la CNMV', donde se detallan instrucciones del consejo de la Comisión sobre interpretaciones de determinadas normas. También existen apartados de preguntas frecuentes sobre, por ejemplo, el régimen de mercados primarios.
Acaba el plazo de consulta
Hoy termina la audiencia pública sobre el borrador de carta circular respecto a las reuniones con analistas e inversores de las compañías cotizadas. El objetivo de esta carta, disponible en la página web de la CNMV, es evitar la difusión selectiva de información relevante en este tipo de encuentros. Aunque el título de la carta sólo habla de inversores y analistas, en el texto se habla de 'celebración de reuniones informativas y teleconferencias con analistas, inversores y medios de comunicación'.Ello ha provocado el rechazo de las asociaciones profesionales de periodistas que, si bien no han emitido comunicados oficiales al respecto, sí han señalado a través de algunos de sus representantes que no están bajo el ámbito de actuación de la Comisión. La Asociación de Directivos de la Comunicación ha señalado, por su parte, que 'una aplicación literal dificultaría la dinámica habitual de facilitar contactos entre los periodistas y los departamentos de comunicación'. El borrador de carta, en cualquier caso, está sujeto a modificaciones.