La investigación se resiente del recorte presupuestario de la UE
Los Veinticinco deciden mañana el presupuesto comunitario hasta el año 2013. Las previsiones de inversión en I+D están muy lejos de la propuesta de la Comisión Europea, que pretendía invertir más de 72.700 millones de euros en este periodo. La propuesta británica, si se aprueba, estará muy por debajo de esa cifra y plantea dudas sobre su implantación.
De poco sirve plantearse que el Viejo Continente se convierta en la economía más adelantada del mundo basada en el conocimiento -tal y como postularon las cumbres de Lisboa y Barcelona- si no se traducen estos deseos en presupuestos.
æpermil;sta es la reflexión que hace el director de Investigación en Salud de la Comisión Europea, Octavi Quintana, en un momento crítico para el futuro de la Unión Europea como es el debate por parte de los jefes de Estado sobre los presupuestos para los años comprendidos entre 2007 y 2013.
En una revisión de la propuesta inicial realizada por el Reino Unido -que es la Presidencia de turno de la UE- se ha planteado un incremento del gasto en I+D del 75% para este periodo.
La CE propuso una inversión anual de 11.000 millones, que Londres baja a 8.000
De acuerdo con Quintana, es imposible traducir esta cifra a dinero, ya que en la propuesta de la presidencia británica se especifica únicamente que este incremento se va a realizar al final de este periodo, es decir, en el año 2013, 'pero no se sabe cuál va a ser el porcentaje de incremento que se va a llevar a cabo en 2007'.
La propuesta de la Comisión Europea supone un aumento en el presupuesto del 100% -desde el primer año- respecto al actual Programa Marco (el sexto) de I+D, el cual canaliza las ayudas en esta área. Significa esto que con la propuesta alentada por el comisario europeo de Ciencia e Investigación, el esloveno Janez Potocnik, la inversión anual sería de 11.000 millones de euros cada ejercicio. La realidad de la propuesta británica -la cual se podría ratificar mañana por los países miembro- es muy distinta, ya que supone que la inversión máxima anual sería de 8.000 euros al año, y esto sólo sería seguro en 2013, explica Quintana.
Otra posibilidad es que los Veinticinco no den su visto bueno a los presupuestos para la I+D, lo que tampoco sería positivo, ya que según apunta el director de Investigación en Salud de la Comisión Europea, supondría una verdadera 'crisis' en el seno de la UE.
En este sentido, Quintana subraya que, si esto sucede 'no se sabe cuándo se van a aprobar los presupuestos comunitarios', ya que sería necesario iniciar de nuevo el proceso parlamentario. Cuando menos, esta decisión no podría tomarse hasta finales del primer semestre de 2006 -cuando acabe la próxima presidencia de la Unión Europea-.
De acuerdo con Quintana, el problema de fondo es que por el momento no se tiene un concepto de Unión Europea y que los países miembro 'velan exclusivamente por sus intereses'. Es más, apunta que los estados miembro no atienden en las decisiones más importantes, las presupuestarias, al beneficio común de la UE.
La prioridad, ¿el campo o el laboratorio?
El debate de fondo que están manteniendo los jefes de Estado de la Unión Europea, según apuntan algunos expertos, es si se debe mantener la prioridad de la política agraria o dar una mayor relevancia a la de Investigación y Desarrollo. En estos términos defendió el primer ministro británico, Tony Blair, el recorte de la Política Agraria Común (PAC) y su revisión en 2008, una medida a la que se opone Francia, que defiende los pactos vigentes hasta 2013.Una estrategia para rebajar el presupuesto destinado a agricultura -que actualmente acapara más del 40% del total-, como la que ha defendido Blair, podría permitir impulsar la puesta en marcha de incentivos a la investigación y el desarrollo, así como destinar recursos a otras áreas, como la creación de los llamados fondos de ajuste a la globalización.