El precio del oro alcanza nuevas marcas
Los obsesos del oro no han visto nada parecido desde hace una generación. El miércoles Londres cerró a 515,40 dólares la onza (...), dejando atrás el máximo de 509,10 dólares alcanzado en 1983 y entrando en un territorio sin explorar desde que el oro cayera de su máximo de todos los tiempos de 850 dólares en 1980.
Hay dos motivos para la subida. El primero es un desequilibrio fundamental entre el abastecimiento y la demanda (...). Podría decirse que más importante es, en cambio, la demanda especulativa (...).
Primero está la inflación. El oro puede ser una cobertura frente a precios crecientes (...). En segundo término, es fácil que se demande oro si los tipos de interés suben, aunque sólo sea porque otros activos, como los valores y los bonos, pierden atractivo.
En tercer lugar, el oro puede ser un sustituto del dólar en momentos de debilidad del billete verde (...). Y en último término, los viejos clásicos -la inestabilidad política, la guerra y la enfermedad- podrían ser buenos motivos para comprar oro.
El oro es un territorio sin cartografiar, una vez dejados los máximos de los últimos 25 años detrás. Tras subir cerca de 50 dólares a lo largo de un mes, una corrección es probable, pero los obsesos vuelven a estar encima.