Xbox 360: Microsoft entra en el hogar digital
No es ningún secreto que Microsoft pierde dinero con sus videoconsolas. Sin embargo, es un precio que parece estar dispuesta a pagar con tal de fortalecer su presencia en este mercado cuyos beneficios en comercialización de licencias para fabricantes de videojuegos y software asociado permiten compensar las pérdidas¦mdash; y, todavía más importante, afianzar la de su Xbox 360 en el salón del futuro hogar digital.
Sólo de este modo se puede comprender que Microsoft, que ya lleva invertidos más de 12.000 millones de dólares en la nueva Xbox 360, siga perdiendo por cada una que vende cerca de 150 dólares. Algo todavía más sorprendente si tenemos en cuenta que, al fin y al cabo, de su primera versión de Xbox, lanzada en 2001, apenas vendió 22 millones de unidades. Sony, cuya PlayStation 2 es anterior, lleva vendidas ya 96 millones de consolas.
Este primer lanzamiento permitió a Microsoft entrar en el mercado de las consolas y situarse como segundo jugador, adelantando a Nintendo. Aunque la hazaña no estuvo mal, está claro que un 17% de cuota de mercado no es suficiente para alguien como Microsoft. En realidad, la primera videoconsola defraudó tanto las expectativas de los jugones como las del propio Bill Gates.
La Xbox 360 llega justo a tiempo para intentar llevarse el mercado por delante. En primer lugar, aprovecha el tirón de la campaña navideña y parte con una ventaja de casi un año respecto a la salida comercial de sus competidoras: la PlaySation 3 de Sony y la Revolution de Nintendo. En segundo lugar, el gigante de Redmond ha dedicado grandes esfuerzos a presentar al gran público una videoconsola de diseño mucho más atractivo casi se podría decir que appleiano¦mdash; con la que atraer a un público joven (o no tanto) de características muy distintas a las del tradicional cliente de Microsoft: un techie que decide sus compras según las especificaciones técnicas del producto y para quien diseño y facilidad de uso sólo son dimensiones menores.
De hecho, el lanzamiento de la nueva consola debe enmarcarse dentro de una apuesta mucho más amplia. Microsoft está adoptando una estrategia 360 grados en la que no sólo aspira a que el consumidor compre su consola, sino también a obtener la ¢llave¢ que le permitiría pasar de la oficina de sus clientes al salón de su casa. Para lograrlo, debe cumplir una serie de requisitos. Y es que llegar pronto es importante, pero también lo es llegar guapo y bien arreglado. Es crucial que la videoconsola cumpla con las expectativas creadas y que técnicamente no falle, como se está reportando en estos momentos en muchos foros especializados. La misma Microsoft ha admitido la existencia de problemas aislados. Pero lo más importante es la disponibilidad de juegos atractivos. Y, aunque se espera ampliar la oferta de videojuegos en el futuro, el lanzamiento de la Xbox con solo 18 cartuchos parece más bien justito.
Por lo demás, la Xbox 360 es la apuesta más que decidida de Microsoft por los juegos online, ya que diluye las fronteras entre los jugadores de consola y los de PC. Además, incorpora aún más funcionalidades típicas de Internet: el jugador no sólo puede conectarse al sitio Xbox Live, desde donde puede adquirir juegos, bajarse demos o interactuar con otros jugadores, sino que la máquina también le permite recibir mensajes, participar en chats e incluso escuchar música o visionar DVDs con gran calidad de audio y video. En definitiva, con la Xbox 360 llega una videoconsola que en teoría cubre perfectamente las expectativas que hay puestas en lo que será el dispositivo estrella del futuro hogar digital.
Aun así, queda por ver como reaccionará el mercado. Y estar atentos a la estrategia de quien, hoy por hoy, sigue siendo el líder del mercado: Sony. La empresa nipona pretende capitalizar la campaña navideña mediante su PlayStation Portable (PSP), aprovechando el tirón de la movilidad y el poder de arrastre comercial de videojuegos tan populares como Harry Potter o Sims 2. Además, Sony considera que el lanzamiento de la Xbox no debe apartarle de su propia agenda, que incluye la presentación de la nueva PS3 para finales del próximo año.
A todo ello se le suma la gran incógnita: ¿está el consumidor realmente preparado para el hogar digital y para aprovechar las nuevas funcionalidades extendidas de las videoconsolas? Si es así, la PS3 podría llegar algo tarde y Microsoft tendría ante sí una oportunidad única de recortar distancias en el mercado de juegos y de posicionarse con fuerza en el hogar digital, ubicando a su videoconsola como una pieza adicional e integrada con nuestros PCs. Pero quizás el hogar digital esté sólo en las mentes de unos cuantos avanzados, y lo que cuenta es básicamente el juego.
Así, el éxito de la Xbox 360 dependerá básicamente de cuán preparados estén los consumidores para la llegada de las consolas de última generación. Si lo están, la apuesta del emporio Gates habrá sido la acertada y justificará con creces las pérdidas de 153 dólares por consola. Al fin y al cabo, hay un mercado mucho más grande que conquistar...