Blair propone un recorte del gasto en la UE que perjudica a España
El Gobierno británico desenterró ayer las negociaciones presupuestarias de la UE con una propuesta de recortes de ingresos y gastos para el periodo 2007-2013. Tony Blair quiere dejar la financiación comunitaria en el 1,03% del producto interior bruto de los 25, o 840.000 millones de euros para siete años, frente al 1,24% fijado hasta ahora. Para conseguirlo, rebaja las ayudas a los países de Europa del Este y aumenta ligerísimamente la aportación británica al presupuesto. La Comisión rechazó ayer la propuesta por 'inaceptable' y España, sin hablar todavía de veto, indicó que le perjudica seriamente.
La presidencia británica presentó ayer por fin su primera propuesta con cifras para el presupuesto 2007-2013, sólo 10 días antes de que Los 25 intenten alcanzar un acuerdo definitivo en la cumbre comunitaria del 15 y 16 de diciembre. El proyecto británico reduce en 24.000 millones de euros la última propuesta negociada en junio y supone un recorte de nada menos que del 17% en relación con las primeras cifras adelantadas hace más de un año por la Comisión Europea. En total, deja el presupuesto en 846.757 millones de euros, aunque el gasto real podría situarse incluso por debajo del 1% del PIB comunitario, el mismo nivel que el presupuesto de 1985.
El documento británico incluye una serie de espoletas que pueden hacer saltar por los aires la negociaciones tan pronto como los ministros de Asuntos Exteriores celebren mañana su primera reunión. Aún así, el ministro británico Jack Straw calificó de 'totalmente falsa' la sugerencia de que la propuesta está diseñada para propiciar el fracaso.
Por lo pronto, según indicó ayer el vicepresidente del Gobierno, Pedro Solbes, Londres no mejora el saldo presupuestario de España, uno de los países que se alinearon en junio con el veto de Tony Blair a la última propuesta de la presidencia luxemburguesa. 'Esta propuesta es peor que la de Luxemburgo y con aquella no estuvimos de acuerdo', recordó Solbes a su llegada a la reunión de ministros de Economía de la zona euro que se celebró ayer en Bruselas.
El ministro británico de Exteriores, Jack Straw, reconoció durante la presentación de su propuesta en Londres que 'España recibe menos', pero aseguró que seguirá siendo 'beneficiaria neta durante todo el periodo'. Es decir, que recibiría más dinero del que aporta al presupuesto comunitario, uno de los principales objetivos del Gobierno en esta negociación.
Londres también se ha buscado un posible rechazo de los países de Europa del Este, que en junio aceptaron una propuesta que les garantizaba un total 164.000 millones de euros en fondos estructurales durante los siete años del presupuesto. Blair deja ese capítulo en 150.000 millones con la excusa de que no podrían absorber una partida tan grande. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, consideró ayer que 'la propuesta necesita ser más justa con los nuevos Estados miembros'.
Blair también provoca a sus 24 socios comunitarios con una propuesta que alardea de que 'el cheque se mantiene e incluso aumentará en el periodo presupuestario'. Londres sólo ofrece renunciar a la financiación del cheque británico que correspondería a los países del Este o aumentar su aportación presupuestaria para financiar la ampliación de la UE. La oferta, en cualquier caso, se limita a unos 8.000 millones de euros.
Londres lanza, además, un último dardo contra París, exigiendo la revisión de todo el presupuesto, incluido el gasto agrícola, en 2008. El Gobierno de Jacques Chirac asegura que las partidas agrícolas están pactadas hasta 2013.
Madrid insiste en ser perceptor neto en 2013
El Gobierno español sabe que la negociación del presupuesto comunitario para el periodo 2007-2013 es 'difícil y complicada', según fuentes oficiales. Tras el rechazo a la propuesta luxemburguesa en junio pasado, el Gobierno español cree que en la nueva propuesta británica, para ser aceptada por España, deben contenerse al menos cuatro condiciones: tiene que ser suficiente para cubrir las necesidades de la UE ampliada; el coste de la entrada de 12 nuevos miembros (los diez de mayo de 2004 más Bulgaria y Rumanía) debe ser costeado de forma equitativa por todos; la pérdida de recursos para España debe ser muy gradual; y España debe conservar en 2013 su condición de perceptor neto (recibir más de lo que aporta año).El Gobierno español mantendrá en la cumbre del día 15 estas posiciones, además de reclamar la constitución de dos fondos financieros lo suficientemente voluminosos como para atender las necesidades de investigación y desarrollo de la Unión Europea y de España, en el primero de los casos, y para atender 'el problema de la inmigración, que es un problema europeo' con suficiencia de recursos.La Administración española entiende que España ha alcanzado unos niveles de renta cercanos al 100% de la Unión, y necesita los recursos menos que los países pobres recién incorporados. Pero estima que no puede haber una retirada radical de los fondos.En este sentido, fuentes oficiales consideran que la política defendida en Bruselas por el último Gobierno Aznar fue 'irresponsable, porque no blindó a España ante el coste de la ampliación, como sí hicieron Francia y Alemania'.