Telefónica ha hecho efectivas menos del 5% de las multas por frenar la competencia
Las denuncias de los rivales de Telefónica han sido una constante desde la liberalización, pero también lo han sido los esfuerzos del ex monopolio por defenderse. Y por ahora ha salido ganando. De los 72 millones en multas impuestas por el TDC ha pagado menos del 5%. Más suerte tiene la CMT, porque sus sanciones se abonan primero y luego se recurren, aunque todavía sólo una es firme.
Los tribunales han desempeñado un papel casi tan importante como el mercado en la liberalización de la telefonía fija. Incluso antes de la apertura total del sector, los primeros intentos de operadoras alternativas de arañar cuota a Telefónica en los negocios que estaban abiertos a la competencia acabaron en manos de las autoridades reguladoras.
Con este escenario, no es extraño que la primera multa impuesta a Telefónica por el Tribunal de Defensa de la Competencia (TDC) date de 1993. La siguiente es de 1995. Y así hasta sumar casi una decena, con un montante total de 72 millones de euros. Pero una cosa son las sanciones y la publicidad a las conductas consideradas anticompetitivas de Telefónica y otra los efectos prácticos.
Y es que la operadora ha utilizado todos los mecanismos a su alcance para dilatar al máximo la condena. Las armas, en este caso, son los recursos. No sólo ha sido el TDC, sino la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo los que han tenido que deliberar y decidir sobre las conductas de Telefónica con sus rivales, en un proceso que dura años.
Por el camino, además, los abogados del ex monopolio a veces convencen a los jueces. No sólo se dilata el pago, sino que puede llegar a reducirse. Eso ha sucedido con la multa impuesta en 1999 por cerrar el mercado a BT. El TDC consideró que su sanción debía ser de 3,49 millones de euros, pero el Tribunal Supremo lo ha reducido a 1,8 millones.
Entre dilaciones y rebajas, de las multas anunciadas por el TDC, sólo dos se han convertido en firmes. Puesto que las sanciones impuestas por esta vía no se hacen efectivas en la mayoría de los casos hasta que haya sentencia de la última instancia posible de recurso -el Tribunal Supremo en ambos casos-, el desembolso real de Telefónica por sus conductas anticompetitivas suma 2,5 millones. A esta cifra hay que añadir otros 0,9 millones de una sanción por denuncia de Airtel que la operadora ha tenido que pagar aunque todavía no hay sentencia firme.
La cuantía total que Telefónica ha abonado por conductas anticompetitivas doce años después de la primera multa se queda en 3,45 millones, ni siquiera el 5% de las sanciones que acumula.
Una sentencia firme en la CMT
Aunque en sus salas se han dirimido los conflictos más importantes, el TDC no es la única institución que tiene potestad sancionadora sobre Telefónica. En el campo sectorial, la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) tampoco se ha quedado al margen. Su labor multadora comenzó después que la del TDC, pero durante mucho tiempo superó al tribunal en contundencia. Los años de 2002 y 2003 fueron muy intensos y sólo la histórica multa de 57 millones impuesta el año pasado por el TDC por las prácticas de Telefónica para retener clientes ha inclinado la balanza a favor del tribunal. El marcador actual es 72 millones de éste frente a 55,7 millones del regulador.
Los procesos en la CMT han sido hasta la fecha incluso menos concluyentes que los del TDC. Sólo una de las multas del regulador de las telecomunicaciones es firme, la que resultó en marzo de 2000 de una denuncia de BT y que se cifró en 2,7 millones.
La diferencia entre la CMT y el TDC es que la tardanza en el caso del regulador no favorece a Telefónica. Las reglas de este organismo fuerzan al ex monopolio a abonar las sanciones aunque no haya sentencia firme, así que las paga por anticipado en cuanto es declarada culpable. Puesto que el mal está hecho desde el principio, las distintas instancias y recursos tienen por objetivo conseguir una rebaja de la cuantía y la devolución de la diferencia.
Ya hay ejemplos del éxito en este camino. Una multa de 4,5 millones se ha quedado en 1,8 millones tras su paso por la Audiencia Nacional.
Más compras en Bolsa de acciones de O2
Telefónica ha convertido casi en costumbre la compra de acciones de O2 en Bolsa. En lo que supone su quinta adquisición desde que lanzó la opa, la operadora española se ha hecho con 11,4 millones de acciones, a un precio de 196,15 peniques por título. De esta forma, Telefónica acumula en sus manos el 1,9% del capital de O2 y una inversión de 483 millones de euros. Pero este desembolso es menor del que hubiera hecho en la opa por el mismo paquete. Y es que ofrece 200 peniques por acción, así que aprovecha la bajada de la cotización para ahorrarse dinero.