El nuevo gabinete argentino
Los cambios en el gabinete del presidente Néstor Kirchner anunciados el lunes distan de reflejar las señales de apertura política necesarias para encarar un proceso que consolide el crecimiento económico por medio de la seducción de los inversores.
De todas las modificaciones producidas, sin duda el reemplazo del ministro de Economía, Roberto Lavagna, por el titular del Banco de la Nación, Felisa Miceli, ha concentrado la mayor atención (...).
Es justo reconocer que Lavagna concretó una más que positiva gestión, durante la cual se generaron condiciones adecuadas para la reconstrucción de la golpeada economía nacional y se logró una importante renegociación de la deuda pública con los acreedores privados (...). A la sucesora de Lavagna le esperan desafíos no menores. Deberá controlar la inflación (...), crear el clima necesario para que se incrementen las inversiones productivas (...) y reanudar las conversaciones con el Fondo Monetario Internacional (...).
Lavagna evidenció a lo largo de su gestión (...) una especial habilidad de negociar con los organismos internacionales y coraje para plantearle al primer mandatario objeciones que tal vez otros colaboradores presidenciales preferían callar. Es probable que, a partir de ahora, se comiencen a extrañar estas virtudes.