Preparados para el alza de tipos
Arranca una semana clave para todos aquellos que recurren al crédito como fórmula de financiación. El consejo del Banco Central Europeo (BCE) se reúne el jueves, y la mayor parte de los analistas espera que anuncie una subida de 0,25 puntos en los tipos de interés, que permanecen estables en el 2% desde hace dos años y medio. Un cambio de tendencia que, sin embargo, es esperado sin demasiado alarmismo por las empresas.
La mayoría de los economistas prevé para Europa un incremento de tipos más lento y moderado que en Estados Unidos, donde han subido en 12 ocasiones desde junio de 2004, colocándose en el 4%. Según indica el mercado de futuros, los tipos de referencia europeos se colocarán en el 2,5% de aquí a finales de marzo. Un repunte más que asumible por la mayoría de las empresas españolas, que afrontan el cambio de ciclo monetario con balances muy saneados.
Más que el efecto directo sobre su financiación, la industria ve con inquietud el posible freno en el consumo de los hogares como consecuencia del alza de tipos. La elevada deuda acumulada como consecuencia del boom inmobiliario hará que el alza de tipos se deje notar en la factura crediticia de las familias, y ello puede derivar en un menor incremento del gasto. Sin embargo, también aquí parece haber pocas razones para un excesivo alarmismo.
Con la inflación al 3,5%, el tipo de referencia del BCE todavía tiene que subir un punto y medio para dejar de ser negativo en términos reales. Y la apreciación anual de los inmuebles, principal activo de las familias, sigue superando los dos dígitos pese a las señales de desaceleración del mercado.
Un alza de tipos puede resultar, incluso, saludable en España para refrenar los precios y moderar la exuberancia de algunos sectores como el de la construcción. Lo que sí puede dañar a las empresas españolas es que la subida de tipos lastre aún más el todavía débil crecimiento de Francia y Alemania, principales importadores de nuestros productos.