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CincoRed

España asume la I+D de los quioscos digitales de Mitsubishi

La sede barcelonesa de la división de Productos de Electrónica Profesional (PEP) de Mitsubishi Electric España se ha convertido en uno de los principales centros de desarrollo de Mitsubishi Electric a nivel mundial. La multinacional ha encargado a la filial española que asuma toda su estrategia internacional en el negocio creciente de los quioscos digitales, máquinas de autoservicio para imprimir fotos o descargar tonos para móviles, entre otras cosas.

'La sucursal española se encarga de todo la I+D+i de este producto, decide la estrategia de comercialización para el resto de delegaciones de Mitsubishi Electric y es la que gestiona la fabricación en las diferentes plantas de la compañía en todo el mundo', cuenta Jaume Garriga, director de la citada división, quien aclara que todo eso se realiza en estrecha colaboración con la sede central de la firma en Tokio.

Según Garriga, 'el 30% del valor del producto se genera en España. No fabricamos aquí, pero nos ocupamos de todo el diseño, del desarrollo del software que llevan las máquinas y de su ensamblaje. Después desde aquí se sirven a todo el mundo'. El directivo explica que desde España se pide a las fábricas cómo debe ser el hardware para las aplicaciones que ellos van desarrollando. La división, que ha invertido en este fin 4,5 millones hasta ahora y planea invertir entre un millón y 1,5 anuales, confiesa, no obstante, que subcontrata parte del trabajo de desarrollo de software localmente. En total, emplean a unos 100 ingenieros.

Takeshi Terada, director de la división de sistemas audiovisuales de Mitsubishi Electric Europa, aclara el porqué de la decisión. 'No somos un fabricante de un sólo producto. Hacemos maquinaria pesada, semiconductores, televisores, aires acondicionados... Y, aunque tenemos muy buena tecnología en Japón, donde contamos con cinco centros de desarrollo y 29 fábricas, la digitalización está cambiando el mercado y ya no es suficiente con suministrar el producto más fiable o el componente de más calidad. Necesitamos añadir valor; ser un proveedor de soluciones'.

De ahí la estrategia de la multinacional: mantener el rol de fábrica en Japón, 'donde nos concentramos en tener la mejor tecnología' y buscar otras vías para acercarse a los mercados con soluciones que simplifiquen el uso de las máquinas. 'España era la mejor opción, y así lo reconocieron otras subsidiarias. Aquí encontramos gente con muy buen nivel de ingeniería y sensibilidad de producto y mercado', añade Terada. La división PEP española, que factura 50 millones, quiere negociar más líneas de productos para garantizar su futuro ahora que tanto se habla de deslocalización. 'Seguiremos teniendo crédito mientras seamos capaces de mover fábrica'.

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