Cambio de rumbo en la Reserva Federal
Los cambios que se producirán a comienzos del año que viene en la Reserva Federal, con la llegada de Ben Bernanke a la presidencia, comienzan ya a percibirse. El Comité de Mercados Abiertos de la Fed está preparando en terreno para la llegada del sustituto de Greenspan con una limpieza de armarios que comienza con la modificación del lenguaje que utiliza la autoridad monetaria en sus mensajes.
Desde que la Fed comenzó a subir los tipos en junio de 2004, el mensaje que ha dominado en los discursos ha sido el de que la entidad vigila de cerca la inflación y que subirá los tipos a un ritmo 'moderado'.
Pues bien, según el acta de la última reunión, del 1 de noviembre, los miembros del comité acordaron tras la última subida de tipos que sería conveniente modificar en algún momento algunos aspectos del lenguaje de los comunicados, 'en particular los que se refieren a la descripción de la política futura' de la entidad. Los participantes en la reunión destacaron que los elementos futuros del comunicado deberían venir condicionados por las perspectivas de inflación y crecimiento económico, aunque convinieron que de momento mantendrán la forma del comunicado actual, al 'ajustarse a sus perspectivas más recientes'.
Las conclusiones de esta reunión tienen dos lecturas complementarias. La primera, que la Reserva Federal quiere despejarle el camino a Bernanke para que su entrada en la Fed no esté condicionada por la política de su predecesor. No en vano, la reunión del 1 de noviembre tuvo lugar un día después de la nominación del sustituto de Greenspan.
Pero hay otra lectura más económica. El que la Reserva Federal estime oportuno cambiar la forma del mensaje que manda al mercado es señal de que la presente etapa de subidas de tipos podría estar finalizando.
Bernanke toma posesión el 1 de febrero, pero el mensaje de la Fed podría modificarse ya en la reunión del 13 de diciembre, lo que supone un margen suficiente para allanar el camino al nuevo presidente.