_
_
_
_
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

El PIB mejora la previsión oficial

La economía española creció un 3,5% de julio a septiembre, lleva cinco trimestres seguidos con una aceleración uniforme -una décima cada tres meses- y ha culminado diez trimestres por encima del 3% de crecimiento interanual. Es una trayectoria que, a pesar de ciertos desequilibrios, para sí quisiera cualquier economía desarrollada. Además, España se confirma en el puesto de cabeza de las grandes economías de una zona euro en la que el PIB avanza al 1,5%, dos puntos menos.

La evolución española se sigue basando en la pujante demanda interna -demanda nacional, en la nueva nomenclatura del INE, para corregir un error cometido los dos últimos trimestres tras el cambio de base- y en la construcción. Pese al ligero recorte de dos décimas en el consumo de los hogares, la primera mantiene su fortaleza y la construcción crece al 6,3%, un punto más que hace un año. Mientras, la industria sigue débil. Pero, además de que ha dejado de empeorar la actividad turística, la buena noticia es que el sector exterior reduce una aportación negativa que ya dura cuatro años. Eso sí, lo hace ligeramente. Las exportaciones se recuperan y, con más fuerza, bajan las importaciones. Esto último es achacable a la contención del consumo, pero también de la inversión en bienes de equipo.

A pesar de mantener una tasa muy elevada, la inversión empresarial ha experimentado un sensible recorte, hasta niveles de finales de 2004. El 8,8% que mantiene es suficiente para no perder optimismo, pero será conveniente observar -y más tras la anunciada decisión del BCE de subir los tipos de interés- si conserva la fortaleza en que lleva más de un año. Significará confianza de los empresarios y una tan probable como necesaria mejora de la productividad, que también está limitada por la innegable firmeza del empleo.

A la vista de los datos, no hace falta ser profeta para prever que el PIB crecerá este año más que el 3,3% de la previsión oficial. Si tanto ese crecimiento como la disminución de los desequilibrios se fraguan a fuego lento, es probable que sean aún más sólidos.

Archivado En

_
_