55.400 euros por la poesía juvenil de Bob Dylan
Christie's subasta en Nueva York objetos íntimos de ídolos músicales
Pagaría usted 640 euros por aquellas gafas graduadas amarillas tan favorecedoras que solía utilizar Roy Orbison? ¿Se desprendería de 42.700 euros por el antológico medallón de oro y esmalte que Jimi Hendrix lució en el Festival de Monterrey de 1967? ¿Colgaría en su armario una cazadora sin mangas de Madonna por 3.500 euros?
La sala de subastas Christie's en Nueva York, ocupada normalmente por coleccionistas millonarios y marchantes de arte, se vio el lunes invadida por roqueros maduros y fanáticos del pop en busca de objetos y fotografías de artistas como The Beatles, Jimi Hendrix, Bob Dylan, Elvis Presley o Eric Clapton. Pese a que el ceremonial fue idéntico al de otras subastas de Christie's, con la sobriedad y rigor típico de estos eventos, en esta ocasión no se pusieron a la venta costosas piezas de arte ni los compradores se caracterizaban por su nivel económico o su conocimiento del arte. Eran simplemente, particulares dispuestos a conseguir un objeto donde haya quedado 'capturada el alma' del artista, según explicó el coleccionista de objetos pop, Brian Cummings.
'Lo que se está vendiendo aquí no es arte. Y por eso es tan especial. No importa el valor económico, sino el sentimental. Para unos, estos objetos nos trae recuerdos de momentos pasados; para otros, es simplemente fetichismo', aseguró Cummings, que adquirió una muñeca modelada como Madonna y vestida por el modisto Jean-Paul Gaultier, por 1.000 euros. Uno de los artistas que más atención recabó fue Bob Dylan, en parte debido a las fuertes pujas de un coleccionista de la Costa Oeste, de unos 40 años, que intervino en la subasta a través de una marchante, Betty Krulik.
'Compra todo lo que sale al mercado. Bob Dylan influyó mucho en su vida, y le encanta tener cosas suyas', dijo Krulik, que tras una reñida puja, logró una de las primeras armónicas del artista, por 8.600 euros, y sus famosas gafas de pasta negra por 2.200 euros.
Este coleccionista no pudo, sin embargo, hacerse con el lote más caro de la velada, una amplia colección de poemas juveniles escritos por Dylan mientras estaba en la Universidad de Minnesota, en 1960, y por la que se pagó 55.400 euros.