UGT respalda la reforma de pensiones del Gobierno y CC OO la cuestiona
La reforma de las pensiones propuesta por el Gobierno ha abierto una nueva brecha en la unidad sindical entre Comisiones Obreras y UGT. Esta última central hizo ayer público un documento en el que muestra su total respaldo las propuestas del Ministerio de Trabajo para reformar la Seguridad Social, mientras que los responsables de CC OO cuestionan la orientación de esta reforma y tienen previsto ofrecer hoy una rueda de prensa para analizar las iniciativas que sugiere el Gobierno.
Los ugetistas consideran que el documento del Ejecutivo es 'equilibrado, moderado y útil' para negociación que se ha abierto a principios de esta semana. Es más, añaden que contiene medidas 'sensatas y razonables', que serán ajustadas en las negociaciones.
Mucho más cautos son en Comisiones Obreras, donde consideran que las iniciativas que sugiere Trabajo están todas orientadas a incrementar el gasto público en pensiones, sin que se propongan medidas de contrapeso que racionalicen el gasto futuro.
En opinión de CC OO, este aumento del gasto propuesto por el departamento de Seguridad Social no es del todo coherente con los cálculos del Gobierno que reconocen que a partir de 2015 el sistema entrará en déficit y deberá comenzar a usar el fondo de reserva, que se agotará con toda seguridad cinco años más tarde.
Antes incluso de que Comisiones Obreras formalice hoy públicamente las dudas sobre la falta de propuestas de redistribución del gasto en el documento de Trabajo, UGT ya respondió ayer que 'junto a las medidas de mejora existen otras de racionalización del gasto que pretenden cumplir con el Pacto de Toledo (...) e introducir mayor proporción entre lo cotizado y la cuantía de la pensión que se genera'.
Esta es precisamente una de las principales quejas de Comisiones que considera que la reforma que propone Trabajo no continúa con los planes de aumentar la proporcionalidad entre lo que aporta el trabajador y luego lo que recibe cuando se jubila, tal y como recomendaba el Pacto de Toledo y el Acuerdo de Pensiones de 2001, que UGT no firmó.