_
_
_
_
Conflicto

La CE estudia pedir a Kroes que se inhiba en la opa de Telefónica sobre O2

La comisaria europea de Competencia, Neelie Kroes, se topó ayer con el primer conflicto de interés de gran envergadura desde que asumió el cargo hace casi un año. El casi puede privarle de intervenir en la opa de 26.000 millones de euros de Telefónica sobre la operadora de móvil O2. La operación se ha notificado a Bruselas una semana antes de que expiren los doce meses en que Kroes debe inhibirse en los expedientes relacionados con sus antiguas compañías. O2 figura entre ellas.

La cuenta atrás para la autorización de la opa de Telefónica sobre la operadora británica O2 ha comenzado a correr sin que la principal responsable del departamento comunitario de Competencia pueda pronunciarse, de momento, sobre el expediente. Su portavoz oficial, Jonathan Todd, reconoció ayer que la Comisión 'está evaluando si este caso pertenece o no a la categoría de operaciones que deben ser estudiadas por otros comisarios'.

De confirmarse el conflicto de interés, el expediente pasaría a ser responsabilidad, al menos hasta el 22 de noviembre, del titular de Mercado Interior, Charlie McCreevy. Si la Comisión reclama a Kroes una inhibición total, la comisaria deberá abstenerse de pronunciarse sobre el caso durante toda su tramitación, que se espera concluya antes del próximo 19 de diciembre.

La operación de Telefónica plantea a Kroes uno de los mayores conflictos de interés desde que accedió al cargo el 22 de noviembre de 2004. Se trata de una operación valorada en 26.000 millones de euros, en un sector estratégico y en la que participa una de las mayores compañías telefónicas del mundo.

El expediente puede pasar a manos del titular de Mercado Interior

El caso suscita, además, un problema de calendario, porque la notificación de Telefónica a Bruselas se ha producido sólo una semana antes de que Kroes cumpla su primer año en el cargo. El expediente sorprende a la comisaria en plena vigencia de las condiciones más exigentes de inhibición que tuvo que aceptar para calmar el enorme revuelo provocado en el Parlamento Europeo por su nombramiento.

La Eurocámara planteó serias dudas sobre la idoneidad para la cartera de Competencia de una persona tan vinculada al mundo empresarial como Neelie Kroes. La holandesa optó finalmente por comprometerse por escrito con el presidente de la Comisión, José Manuel Barroso, 'a no participar durante un año en la investigación, negociación, discusión o decisión sobre asuntos relacionados con empresa en la que haya sido miembro del consejo supervisor o de administración'. La inhibición se extiende a los cinco años de mandato para las decisiones relacionadas con la actuación de las empresas durante la época en que Kroes formo parte de su directiva.

O2 figura en el largo listado de compañías que acompañan a esos compromisos. Kroes fue consejera no ejecutiva de la operadora de móvil casi desde el momento de su segregación de British Telecom en 2001. Y ocupó ese puesto hasta el 1 de septiembre de 2004, cuando lo dejó para convertirse en comisaria de Competencia. Su salario ascendía a 50.000 libras anuales (unos 75.000 euros), con derecho a recibir hasta un 75% de su retribución después de impuestos en acciones de la operadora.

Sus vínculos personales con la compañía también pueden alentar el conflicto de interés. Kroes coincidió en el consejo de administración con buena parte de los directivos que han aceptado la opa de Telefónica, incluidos el consejero delegado, Peter Erskin, y el director financiero, David Finch. Y su presencia en la compañía coincidió, en parte, con el período en que la cúpula directiva empezó a buscar la mejor oferta compradora. La encontraron en Madrid. Un año después de que Kroes se hubiera marchado.

73.000 millones destinados a América

En plena batalla para ganar peso en Europa con la compra de la británica O2, el presidente de Telefónica, César Alierta, acudió ayer al foro Latibex celebrado en Madrid para reivindicar su compromiso con Latinoamérica. De hecho, el ejecutivo considera que incluso la adquisición de O2 tiene un perfil latinoamericano, ya que 'supone una palanca adicional para reforzar' las relaciones de Telefónica con el otro lado del Atlántico.Alierta repasó las inversiones realizadas en América Latina y las cifró en 73.000 millones de euros entre adquisiciones -43.000 millones- y desembolsos en redes e infraestructuras -30.000 millones-. Con esta cantidad se convierte en el primer inversor extranjero de la zona, por delante del resto de las empresas españolas que tienen intereses allí.El presidente de Telefónica destacó el esfuerzo que ha hecho la operadora que dirige por extender la banda ancha y el móvil en Latinoamérica y pronosticó una penetración en la zona del 15% en 2008 para la primera de estas tecnologías y del 60% para la segunda.Muy lejos de Latinoamérica, pero también con un objetivo claro de llegar más allá de sus fronteras nacionales, Telefónica anunció ayer un acuerdo con Portugal Telecom y Telecom Italia para abrir su servicio de itinerancia -roaming- en Portugal e Italia y ampliar allí su cobertura de acceso de banda ancha a internet con tecnología inalámbrica Wifi.Este acuerdo se enmarca en el entorno de colaboración de la Wireless Broadband Alliance, una asociación internacional a la que pertenecen las tres compañías.

Archivado En

_
_