Fomento pone coto a la rebaja temeraria de precios en las obras públicas
Las constructoras deberán cumplir con un contrato más exigente en las obras del Ministerio de Fomento. Una de las consecuencias más importantes que introducen las nuevas condiciones es que las obligará a reducir las actuales rebajas sobre el precio presupuestado muchas veces excesivas, como admite el propio sector. Y uno de los cambios es que se acota mucho más el tope para calificar una oferta como temeraria.
Las constructoras ya concursan con las nuevas condiciones que ha impuesto el Ministerio de Fomento. El departamento que dirige Magdalena Álvarez buscaba desde el principio mitigar las rebajas de precio excesivas y una de las medidas que ha incluido es cambiar el concepto de temeridad.
A partir de ahora se considera oferta temeraria aquella que supere a la baja de referencia o baja media de todas las ofertas en cuatro puntos, frente a los diez del tope actual. Así consta en los pliegos tipo aprobados en agosto que acaban de entrar en vigor.
Las empresas, tanto las grandes como las medianas, reconocen que esto reducirá de entrada las ofertas temerarias pero también que contribuirá a bajar la media de las rebajas sobre el presupuesto, que no podrán ser tan extremas como las que se dan ahora en algunos casos. De hecho, por el actual sistema, las empresas se lanzan sistemáticamente a pujar a la baja.
El último ejemplo lo han dado los 23 contratos de AVE adjudicados este año, en los que las bajas rondaban el 30% en casi la mitad de los contratos. Algunas compañías ya habían alertado sobre estos fuertes descensos de precios y habían pedido medidas para combatir la temeridad.
Otra de las modificaciones que puede corregir lo que para las constructoras menos prudentes es un problema es el cambio en la puntuación de los proyectos. Ahora, la oferta técnica gana peso en los puntos globales ya que se suma a la oferta económica. Y va más allá. El ministerio podrá, además, darle una mayor ponderación si las características de la obra son técnicamente más complejas, explican en una gran empresa. Así se ha visto en el contrato de mejora de vías en la línea férrea Chinchilla-Cartagena, ahora en licitación con las nuevas condiciones.
Hasta ahora, la oferta técnica acreditaba la capacidad para poder hacer la obra. Pero, por encima de ese mínimo, se formaban dos grupos de varias ofertas y el ministerio elegía la opción más barata, con lo que se convertía en una 'subasta', reconocen las empresas.
Como es habitual, las modificaciones presentan pros y sus contras para las constructoras. Las medianas, en general, se felicitan porque 'podrán corregirse las bajas excesivas, para las que las grandes tienen mayor capacidad', señala un directivo de una de ellas. Aunque esta ventaja también la tienen a la hora de redactar un proyecto técnico, argumentan algunas.
La subcontratación, sin cambios
Las condiciones de subcontratación no cambian en los nuevos contratos para obras de Fomento. La polémica sobre estas contratas se ha avivado tras el accidente en la Autovía del Mediterráneo la semana pasada que costó la vida a seis trabajadores pertenecientes a una subcontrata de una subcontrata. El pliego tipo se remite a la Ley de Contratación Pública, que impone comunicar las subcontrataciones y que el contratista pueda subcontratar hasta un 50% del importe adjudicado.
Sanciones. Mayor número de contratos fijos y de mujeres
Los requisitos sociales constituyen una de las novedades más llamativas. El incumplimiento deriva en sanciones graves por las que la empresa puede estar vetada a nuevos concursos entre tres meses y un año (pierden la clasificación para poder concurrir).