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Indisciplina fiscal

El BCE castiga la deuda de los países sin disciplina fiscal

El Banco Central Europeo amenazó ayer con castigar por su cuenta a los países con déficit y deuda más elevados. Fráncfort responde así a lo que juzga una creciente tolerancia de la zona euro con la indisciplina fiscal y a las presiones de los ministros de Economía para que no eleve los tipos.

La tensión latente entre los ministros de Economía de la zona Euro y el Banco Central Europeo ha estallado por fin. El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, advirtió ayer que la entidad puede rechazar como aval la utilización de bonos públicos de un Estado con escasa calidad crediticia. El castigo del BCE puede agravar la credibilidad de algunos títulos, obligando a los países afectados a pagar más cara sus emisiones de deuda.

La amenaza de Trichet se interpretó de inmediato como una respuesta a la relajación fiscal de la zona Euro (con un déficit medio del 2,7% y una deuda del 70,8%) y a la resistencia de los ministros de Economía a una subida de tipos. El BCE se resignó en marzo a la reforma del Pacto de Estabilidad, aunque temía un deterioro fiscal de la zona. Exigió un compromiso de aplicar con rigor las nuevas normas y advirtió que, de no ser así, la autoridad monetaria actuaría en consecuencia.

Ocho meses después, las principales economías (Alemania, Francia e Italia) superan el límite de déficit previsto en el Pacto (3%) y en ningún caso parece haber un calendario creíble de consolidación fiscal. El BCE asiste además con preocupación a la escalada de precios provocada por el encarecimiento del petróleo, mientras los ministros de Economía insisten en minimizar el impacto de esa evolución en l economía.

Trichet responde a lo que considera escasa disciplina fiscal de algunos Gobiernos de la UE

La conjunción de los dos factores, relajación fiscal e inflación, ha hecho estallar a Jean-Claude Trichet. Y el francés ha optado por blandir el arma de la disciplina de mercado, cuya utilidad ya había sido apuntada por algunos economistas e institutos de estudios.

El BCE puede elegir los activos que acepta como contrapartida, aval o garantía en las operaciones de inyección de liquidez. Las emisiones de deuda son uno de los avales más utilizados y Fráncfort, hasta ahora, no había discriminado entre los títulos de la zona Euro en función de procedencia nacional. Es decir, aceptaba igual los bonos de un país como Grecia (110,5% de deuda pública en 2004) que de Irlanda (29,9%).

Niveles que se aceptan

Trichet recordó ayer que esa situación no es eterna. 'Disponemos de un umbral de aceptación que es una calificación de A- por parte de alguna de las tres agencias Standard & Poor's, Moody's, Fitch'. Los 12 países de la zona Euro superan ese nivel. Pero los analistas consultados ayer por Bloomberg intuyen una espiral de caída en la calificación de varios países tras las palabras de Trichet.

Los bonos públicos de Grecia son los que más riesgo corren, pues Standard & Poor's les sitúa sólo un peldaño por encima (A) de la calificación aceptada por el BCE. Los portugueses (AA-) e italianos (AA-) también se encuentran en peligro. 'Nuestra consigna es vende griegos y compra alemanes', resume una de las analistas. Portugal se vio forzado ayer mismo a elevar ligeramente (en 0,1%) la prima en la venta de bonos por un valor de 3.000 millones de euros que realizó en Londres. Los analistas atribuyeron la subida a los comentarios del BCE.

Varias fuentes aseguran que Trichet no adelantó la idea en la última reunión del Eurogrupo, aunque encajó mal la insistencia de algunos ministros en no encarecer el crédito. Los ministros quizá hayan retrasado la subida de tipos, pero el BCE parece dispuesto a suplirles como guardián de la disciplina fiscal.

'En cualquier momento' sube tipos

El presidente del BCE , Jean-Claude Trichet, reiteró ayer que la entidad puede variar los tipos de interés de la zona euro 'en cualquier momento'. El máximo representante de la política monetaria europea hizo hincapié en que la entidad puede variar las tasas cuando lo considere necesario e insistió en que el banco mantiene 'una fuerte vigilancia' ante el aumento de los riesgos para la estabilidad de precios.Trichet contestaba así a la petición del grupo de ministros de Finanzas de la UE, que solicitó el lunes a la entidad que 'piense detenidamente' acerca de una subida de tipos. En rueda de prensa, en la que presentó las conclusiones del Segundo Encuentro con Bancos centrales de Asia del Este y Pacífico, Trichet subrayó ayer la necesidad de mantener la credibilidad del BCE al hablar de su política monetaria. Preguntado sobre si espera presiones políticas de la UE tras las declaraciones del Eurogrupo, dijo que 'no espero nada' y reiteró que el cometido de la entidad es velar por la estabilidad de precios a 'medio, largo y muy largo plazo'.Trichet dijo que las informaciones de las que dispone el BCE han confirmado la adecuación de su trabajo a la realidad e invitó a los comisarios y miembros del Eurogrupo a que participen en las reuniones del consejo de gobierno del banco emisor. Algunos miembros del órgano ejecutivo del banco han avisado en las últimas semanas sobre las crecientes presiones inflacionistas.El miembro del consejo de gobierno del BCE Axel Weber advirtió que 'los riesgos para la estabilidad de precios han aumentando notablemente'.

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