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Reformas estatutarias

Zapatero garantiza al Gobierno central el 20% del gasto público

Las reformas estatutarias no incidirán apenas en una mayor descentralización del gasto público desde el Estado a las comunidades y ayuntamientos. Es el cálculo que maneja el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, quien ayer se esforzó en intentar demostrar que al final de este proceso habrá un Estado fuerte.

Zapatero estableció en el Senado una distribución del gasto público que deja en manos de la Administración central el 20% del presupuesto, frente al 20,7% actual, lo que significaría que cuando finalice el proceso de reformas estatutarias en curso apenas variaría el porcentaje de recursos públicos gestionados desde el Estado. 'Voy a fijar lo que es razonable para tener un Estado suficiente, moderno y que funcione. Creo que el 20% del gasto público, sin contar Seguridad Social, tiene que estar en manos del Gobierno central', señaló el presidente. Si se cuenta con la Seguridad Social y con los intereses de la deuda, el Estado tendría en sus manos el 52% del gasto público.

El Gobierno es consciente de que el proceso de descentralización del gasto debe proyectarse a partir de ahora desde las comunidades hacia los ayuntamientos. Estos últimos gestionan en la actualidad el 13% del gasto público, cifra que se sitúa lejos del 25% de la media europea. Esta circunstancia está planteando problemas de envergadura a los entes locales si se tiene en cuenta que se han visto obligados a gestionar una serie de servicios sociales que sus ciudadanos les reclaman, pero cuyas competencias y financiación correspondiente, no tienen reconocidas.

El presidente cuestionó los temores expresados en el debate autonómico por los presidentes de Madrid y Baleares, Esperanza Aguirre y Jaume Matas, quienes pronosticaron la desaparición progresiva del Estado en lo que el jefe del Ejecutivo balear calificó como una 'pulsión suicida del Gobierno central'. En la mente de Matas y de Aguirre estaba el Estatuto catalán y sus repercusiones sobre el resto de las comunidades en el caso de que se aprobara en su actual redacción.

El presidente del Gobierno apuntó siete áreas en las que el Estado conservará sus competencias exclusivas: la política exterior, la defensa y la seguridad nacional, los servicios básicos de igualdad y ciudadanía, la unidad de mercado, los mecanismos para garantizar la solidaridad interterritorial, la Hacienda pública estatal y el sistema de la Seguridad Social. Se trata, dijo Zapatero, de competencias que en ningún caso se transferirán a las comunidades.

Leyes estatales

El presidente enumeró también una treintena de leyes en las que el Estado tendrá la palabra final, entre ellas la de Sociedades, grandes impuestos, la general tributaria, la de sindicación y huelga y la de propiedad intelectual.

Zapatero anunció que el Gobierno trasladará a las comunidades autónomas nuevas competencias sobre inmigración, puertos, aeropuertos, nuevas tecnologías y legislación laboral. Buena parte de ellas ya están previstas en los estatutos de Cataluña y la comunidad valenciana, así como en los que aún no han entrado en el Congreso.

Cara a cara del presidente con Esperanza Aguirre

Zapatero tuvo el gesto de replicar personalmente en el Senado a la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, con quien mantuvo una especie de mini debate del estado de la nación en el que ambos abordaron no sólo el diagnóstico que cada uno hace de la situación de las autonomías, sino las consecuencias de la guerra de Irak, la política del agua, los recursos para infraestructuras o el flujo de las inversiones extranjeras en España.Zapatero sugirió a Aguirre que repase el discurso que el ex presidente José María Aznar hizo recientemente en México ante medio millar de empresarios para comprobar quien perjudica realmente las inversiones extranjeras. En ese discurso, Aznar mantuvo que España está al borde de la 'balcanización'. Zapatero añadió que, afortunadamente, 'a los pocos días de que Aznar hubiera dicho eso en México, una empresa tan importante como Televisa decidió hacer una inversión muy importante en España'.Poco antes de estos recordatorios, la presidenta madrileña había culpado a la política exterior del Gobierno de la caída de las inversiones extranjeras. Zapatero también le comentó que hay multinacionales que siguen eligiendo a Madrid como centro neurálgico de sus estrategias. Puso como ejemplo a IBM y las gestiones que se hicieron desde el Gobierno central para que la firma instalara en esta capital la fábrica de operaciones para el sur de Europa.Con todo, Esperanza Aguirre acusó a Zaptero de 'vagabundear' en política exterior, haciendo de 'comparsa de dictadores como Chavez o Castro'.El líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, acudió ayer al Senado para almorzar con los presidentes autonómicos de su partido.

Extremadura rechaza entrar en la 'subasta'

Si las competencias exclusivas del Estado entraran en una 'subasta autonómica' no existiría un Gobierno capaz de garantizar los derechos ciudadanos, mantuvo ayer en el Senado el vicepresidente de la Junta de Extremadura, Ignacio Sánchez Amor, quien pronunció el discurso que había preparado el presidente de esta comunidad, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, convaleciente de un infarto.El representante extremeño argumentó que puede intentar comprender a quienes reclaman competencias sobre los aeropuertos o recursos hídricos, pero entonces, añadió, 'ustedes tendrían que esforzarse también en comprender por qué yo querría quedarme con competencias exclusivas de la energía nuclear hidroeléctrica que se produce en Extremadura', una operación, consideró, que 'debilitaría a todos'.

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