La imagen más esperada
Tiene el pelo castaño claro, los ojos 'de momento azules', es 'muy tranquila' y 'come muy bien'. Es la descripción que los orgullosos padres, los Príncipes de Asturias, hacen de su hija, la infanta Leonor, a la que presentaron ayer en sociedad.
Pasaban unos minutos de las 12 de la mañana cuando los Príncipes abandonaban con su hija la Clínica Ruber Internacional de Madrid, en cuyas puertas esperaban decenas de periodistas y numerosos curiosos. Durante los diez minutos en que los Príncipes respondieron a las preguntas de los periodistas, la infanta Leonor, segunda en la línea de sucesión al trono por detrás de su padre, permaneció dormida, ajena a la expectación que generaba su primera imagen.
La infanta, a la que su madre prestó constante atención, iba vestida con un faldón beige y arropada con una toquilla de punto del mismo color. 'Es preciosa', insistían los padres, aunque ninguno de los dos aprecia parecidos físicos en la niña.
Ante la atenta mirada del Príncipe, doña Letizia afirmó que la infanta se llamará Leonor porque de la lista de nombres de niña, era el que más le gustaba a don Felipe.
La Princesa de Asturias, que señaló que no se puede describir la emoción de ser madre, aseguró que se encuentra bien aunque con los dolores y molestias habituales que provoca una cesárea. Su reincorporación a sus actividades dependerá del periodo de lactancia de la infanta Leonor, previsiblemente después de Navidades. Para entonces también se baraja el bautizo de la infanta, aunque no está decidido si tendrá lugar en el Palacio Real o en el de la Zarzuela, decisión que, según don Felipe, corresponde al Rey. Tampoco han revelado quiénes serán los padrinos. A la pregunta de si pensaban tener más hijos, los príncipes repitieron la idea de 'más de dos y menos de cinco' hijos, que en su día adelantó el príncipe Felipe en su petición de mano.