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Hipotecas

La refinanciación como alternativa

Aunar todas las deudas en una y pagar menos se logra si se amplía capital en la hipoteca

Con los tipos hipotecarios subiendo ligeramente, más de uno se plantea reducir la cuota que abona por los diversos créditos que tiene contratados. Sobre todo si son a tipo variable y la revisión está cerca.

Acogerse a la carencia que ofrecen algunos productos durante un determinado tiempo, en situaciones de dificultad, o, por el contrario, optar por la refinanciación de las deudas, puede ser una opción de cara a abaratar la factura mensual.

La refinanciación, que consiste en aunar todas las deudas pendientes en una sola, permite al cliente lograr un tipo más atractivo para algunos productos y quizás, disponer de un capital con el que hacer frente a otros gastos. Y es que no todos los préstamos que contrata una persona pueden gravar tasas tan atractivas (del entorno del 3%) como habitualmente tienen las hipotecas. Por lo general, los préstamos al consumo, salvo excepciones, aplican tipos pocas veces inferiores al 6%, y si el cliente ha aplazado pagos con las tarjetas de crédito, las tasas serán todavía mayores.

Pero, ¿cómo conseguir que la entidad acepte refinanciar todas las deudas a un mismo tipo de interés? El Pastor, uno de los bancos que contempla esta opción, sostiene que en su caso no existe un producto sino que suelen responder a situaciones especiales por las que puede atravesar la unidad familiar y, por lo tanto, se estudia de forma independiente.

Realizar una refinanciación no es, sin embargo complicado. Eso sí, conviene cumplir los requisitos que, por norma, exigen las entidades. Así, el cliente tiene que haber amortizado parte del débito del préstamo hipotecario, a cuyo tipo de interés se refinanciará toda la deuda. Y es que, sobre la premisa de que la vivienda se habrá revalorizado desde el momento de su compra, y de que el cliente ya habrá amortizado capital, se cancelarán todas las deudas restantes (préstamo del coche, deudas de las tarjetas, etc.) y se ampliará capital en la hipoteca ya suscrita.

Otra opción, como señalan en Ibercaja, es cancelar el préstamo hipotecario ya suscrito y contratar uno nuevo. 'De esta forma se consiguen mejores prestaciones económicas, es decir, tipos más competitivos y mejores plazos'.

Ambas opciones suponen incurrir en gastos -novación en el primer caso y cancelación del crédito antiguo y apertura del nuevo con los costes de registro y notario que conlleva-, por eso algunos expertos recomiendan anticiparse a estas necesidades de capital contratando hipotecas revolving, que permiten volver a disponer del capital amortizado para otros gastos.

También se puede acudir a intermediarios del mercado que llevan a cabo la operación como Hipotecagratis.com o Refinancia.com, que en algunos casos cobran una comisión por la operación.

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