Deutsche Telekom renuncia a competir con Telefónica por O2

Sus finanzas parecían decir lo contrario, pero lo cierto es que el mercado esperaba que Deutsche Telekom fuera la compañía que presentara batalla a Telefónica y desatara una guerra de ofertas por O2. No será así. Después de dos días de silencio, la operadora pública alemana ha hecho oficial su postura: no habrá contraopa.

En Telefónica tenían el convencimiento de que nadie lanzaría una contraopa por O2 y menos Deutsche Telekom. De hecho, una de las claves de por qué el momento elegido para plantear la compra ha sido ahora y no antes fue un riguroso análisis de las posibilidades de enzarzarse en una guerra de precios. Hace un año la posibilidad era palpable, según este estudio, pero ahora las condiciones parecían distintas. Deutsche Telekom había dejado clara su apuesta por el negocio en Estados Unidos, después de tantear su venta este verano, y con este escenario de inversión fuera de sus fronteras y sin los ingresos procedentes de la desinversión, la compra de O2 parecía, sencillamente, imposible para su balance.

Y sin embargo el mercado ha creído en todo momento en esta posibilidad. El lunes, cuando Telefónica lanzó la opa, las acciones de O2 se dispararon casi desde el primer minuto por encima de los 200 peniques ofrecidos por la operadora española. Al día siguiente incluso superó esta cota y se estableció en los 209,25 peniques.

Los rumores de posibles contraopadores eran muchos. Se habló de France Télécom y de Telecom Italia, pero Deutsche Telekom lideraba todas las quinielas. No en vano ha intentado en el pasado comprar O2 y su compromiso de no volver a plantear la adquisición hasta febrero del año que viene quedó dinamitado por la interferencia de Telefónica. En ese momento se supo que la operadora alemana se había guardado un as en la manga. Si había firmado una carta de libertad para quedar desatada de sus impedimentos en caso de que alguien quisiera comprar O2 sería por algún motivo, fue el razonamiento de la Bolsa.

La alemana tiene fuertes inversiones planteadas en EE UU y una elevada deuda

También existía otro argumento a favor de la contraoferta de Deutsche Telekom. Si O2 terminaba en manos de la alemana, la compañía pública se hubiera quitado de encima un competidor en su mercado natural y en Reino Unido. Con O2 en otra propiedad, la competencia incluso se intensifica.

Unos razonamientos fallidos a todas luces, sobre todo teniendo en cuenta la rotundidad del comunicado de ayer. 'Deutsche Telekom no hará una contraopa por O2 porque no beneficiaría los intereses de los accionistas', aseguró primero a través de su director financiero y luego con un comunicado oficial a la Bolsa de Londres.

La reacción fue inmediata. O2 se desplomó en Bolsa y por primera vez desde la opa de Telefónica cerró por debajo de los 200 peniques. La caída fue del 5,62%, con un volumen récord, y el precio final de 197,5 peniques.

Esta evolución deja claro a quién estaban esperando los accionistas. No a France Télécom -que hace una semana aseguró que después de la compra de Amena no vendrían más adquisiciones en Europa-, ni a Telecom Italia -la más pequeña de las grandes por capitalización y con una elevada deuda-.

Deutsche Telekom, por el contrario, volvió a subir después de días de contención. Su salida del escenario de O2 supone una buena noticia para Telefónica, que no tendrá que elevar el precio de la opa y se evita el retraso mínimo de un mes y medio que hubiera supuesto la entrada de un competidor. Con el terreno libre, por ahora, en dos o tres semanas registrará el folleto y mantiene su previsión de cerrar la compra en enero.

La reacción inicial al abandono de Deutsche Telekom fue positiva para los títulos de la operadora, que por primera vez subieron desde el lunes. Pero el alza duró poco y Telefónica volvió a caer ayer, hasta sumar una pérdida del 4,55% en tres días.

32.000 despidos en la firma germana en tres años

 

Mientras valoraba la posibilidad de lanzar o no una contraopa sobre O2, Deutsche Telekom también estudiaba sus recursos humanos y su conclusión ha sido que es necesario reducirlos. La compañía germana anunció ayer que prevé recortar en Alemania 32.000 empleos en los próximos tres años, debido a la fuerte competitividad en la telefonía fija, informa Efe.El poderoso sindicato Ver.di, el de mayor afiliación en Alemania, tardó poco tiempo en expresar su rechazo a esta drástica reducción de personal, y subrayó su intención de 'indagar cada una de las medidas previstas'.Sin embargo, para los analistas financieros, la fuerte competitividad y la guerra de precios en el sector de la telefonía fija no han dejado otra elección a Deutsche Telekom, antiguo monopolio estatal y todavía una compañía pública.La filial de telefonía fija, T-Com, la mayor del grupo con 108.000 empleados, es la división más afectada por este masivo recorte, ya que perderá 20.000 puestos de trabajo.