Los asesores de Bush piden recortar las deducciones fiscales
George Bush tiene ya las recomendaciones que su grupo de expertos le ha hecho para cumplir una de sus promesas electorales: simplificar la ley tributaria. El objeto de la reforma que se pretende neutral desde el punto de vista de los ingresos es animar el ahorro y el crecimiento. Sus redactores admiten que son medidas polémicas y de aprobación difícil en las Cámaras.
Las propuestas coinciden en acabar con el AMT (impuesto mínimo alternativo) creado en los 60 para asegurarse de que los más ricos pagaban impuestos. El gravamen, que no se actualiza con la inflación, afectaba en 1999 a un millón de personas pero llegará a 30 en 2010 si no se reforma. El problema es que con él desaparecerían 1,2 billones de dólares de ingresos en 10 años y habría que compensar las pérdidas. Por eso se propone anular o reducir deducciones populares como la de intereses sobre hipotecas (que se convertiría en un crédito fiscal), la de seguros privados ofrecidos por la empresa y la de los pagos a haciendas locales y estatales.
Los expertos no han incluido otras medidas polémicas como un impuesto parecido al IVA o uno a las ventas de carácter federal (ahora es local). Algunos sí sugieren reducir de 6 a 4 los tramos de gravamen en el IRPF.