Poner el despacho a la última cuesta 600 euros por metro

Se estudian mejoras que repercutirán en la productividad

Una de las zonas más añejas de Madrid, el Barrio de Salamanca, va a contar con las oficinas más modernas de la ciudad. El despacho de abogados Cremades & Calvo Sotelo ha comprado una planta del número 30 de la calle Jorge Juan para ubicar su nueva sede. Javier Cremades, socio director del bufete, cree que la instalación hará que sus 60 empleados se sientan más cómodos y mejor valorados. Y es que de sus 900 metros cuadrados emanará tecnología por los cuatro costados.

El objetivo es crear un espacio vanguardista y mantenerlo abierto al público durante un año para mostrar las ventajas de invertir en la modernización del entorno laboral. 'Estamos seguros de que el modelo y el concepto de oficina digital será replicado por un amplio porcentaje de compañías en los próximos años', expone Cremades, quien cuenta con la colaboración de diez empresas y la intención de crear tendencia.

El concepto de modernidad en entornos laborales ya no se refiere a la integración de la informática o a la gradual eliminación del papel. Los nuevos cánones dictan que los metros cuadrados no son un indicador de jerarquía, defienden la luz natural y el colorido frente al blanco o los colores tenues. El espacio fijo, tan arraigado en la cultura española, se hará cada vez más inusual ya que compartir puestos de trabajo mejora la efectividad. Se imponen la desaparición de cables y los nuevos formatos de comunicación, entre los que figura las ya experimentadas mensajería instantánea y videoconferencia. El concepto de potencia informática compartida y nuevos formatos, como la pantalla que reconoce la escritura manual o el software que entiende la voz, forman de hecho un incipiente mercado en el que compiten las principales tecnológicas.

Las inmobiliarias que ofertan oficinas son cada vez más conscientes de que sólo podrán competir si operan edificios tecnológicamente punteros

'Oficina digital es sinónimo de incremento de productividad y rápido retorno de la inversión', sostiene Carlos Esteve, director de relaciones con las pymes en Microsoft. Cremades & Calvo Sotelo va a destinar seis millones a su sede, de los que 1,5 millones representan el gasto en el último grito en comunicaciones, informática, domótica, muebles, ergonomía, iluminación, arquitectura y decoración. 'Depende de las prestaciones elegidas, pero el suelo de una oficina digital es una media de 600 euros por metro cuadrado más caro que el de una instalación tradicional', calcula la consultora Aguirre Newman.

La misma firma apunta que son las empresas de servicios las que ya demandan oficinas avanzadas pese a que la oferta es prácticamente inexistente.

Más por menos

Crear un ambiente en el que obtener más del empleado sin la necesidad de alargar su jornada laboral se ha convertido en el reto de tecnológicas, arquitectos e inmobiliarias. 'El espacio de trabajo motiva, forma parte del salario emocional y hay que retribuir al empleado con las últimas prestaciones', dice Ángel Serrano, director de negocio de Aguirre Newman, 'las empresas deben fijarse el objetivo de que sus empleados se sientan como en casa'.

Las inmobiliarias son conscientes de que la oferta de suelo de oficina supera a la demanda y de que el cliente es cada vez más selectivo. 'Sólo quien tenga edificios punteros podrá competir', advierte Pedro Gamero, de la gestora de patrimonio en alquiler Testa. Para quienes piensen en construir o remodelar su sede, el grupo de colaboradores de Cremades espera sentar las bases del lugar ideal para producir.

En busca de un sello de calidad

 

Cremades & Calvo Sotelo, Aguirre Newman, Microsoft, Amena, Alcatel, Philips, Editorial La Ley, Daikin, Tecam y Sacyr Vallehermoso son las diez entidades que colaboran en el desarrollo de la oficina digital del bufete de abogados. Cremades ha comprado las dependencias en el centro de Madrid y las tendrá listas para trabajar en primavera de 2006.El grupo, que trata de definir cuál sería una excelente oficina digital desde el punto de vista teórico, está abierto a nuevas incorporaciones para llevar el proyecto a la práctica. Una vez materializado, la alianza de empresas piensa establecer un sello de calidad que determine qué entornos reúnen las características de una oficina digital.'Vamos a establecer herramientas para evaluar cómo mejora la productividad de los empleados', adelanta el director de negocio de Aguirre Newman, Ángel Serrano.De este modo se tratará de convencer a las empresas españolas de las ventajas que representa apostar por nuevas tecnologías, pero no sólo en productividad sino también en ahorro energético, mejor gestión de los recursos, mantenimiento, etcétera.Ajeno a la alianza, Toni Plana, directivo de IBM embarcado en la labor de diseñar un nuevo concepto de oficina bancaria, cree que las grandes compañías deben modernizar sus sedes por funcionalidad e imagen. Sin embargo, las pymes se convencen con otras armas: 'En tecnología demandan aquello que les reporta ahorro o buenos retornos de sus inversiones', apunta Plana.

Iniciativas pioneras

 

Oficina del siglo XXI

Una sede empresarial a escala, teniendo en cuenta los cambios sociales, económicos y organizativos que se avecinan, es lo que tiene instalado Telefónica I+D en el parque tecnológico de Boecillo (Valladolid) desde hace dos años. Allí prueba buena parte de su oferta más avanzada para el segmento corporativo. Entre las aplicaciones figuran el localizador de personas y material, control de acceso a través de biometría, sistemas de videoconferencia, etcétera.

 

Bluespace

La firma de diseño de espacios y mobiliario de oficina Steelcase y el gigante informático IBM han colaborado en el desarrollo de un entorno de trabajo en el que se fusionan tecnología inalámbrica y mobiliario. Denominado BlueSpace, el sistema permite al empleado controlar la iluminación y climatización desde su PC. La silla se adapta de forma automática a los cambios de postura, las paredes se convierten en pantallas de proyección sensibles al tacto, el monitor rota en un círculo casi completo para que el usuario trabaje en distintas zonas, etcétera.

El banco que viene

El centro internacional de banca que IBM tiene en Barcelona colabora con entidades como La Caixa, Grupo Santander, Banca Popolare de Milano, AkBank, y otros muchos, para configurar la oficina bancaria del futuro. El director del centro, Toni Plana, cuenta que 'se apuesta por la cercanía al cliente, la adaptación de los equipos a cada empleado y por comunicaciones basadas en internet'.