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OMC

Europa y EE UU recortan la ayuda agrícola en aras al acuerdo comercial

Las grandes potencias del mundo mueven ficha. La inminencia de la fase decisiva de la ronda de Doha, para la liberalización del comercio mundial, ha llevado a Europa y Estados Unidos a mejorar sus ofertas de reducción de subsidios agrícolas y barreras a la importación. En juego está el acceso a los mercados de países en desarrollo para la industria y los servicios.

La culminación de la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio está en entredicho. Cuando queda poco más de un mes para la decisiva reunión de los representantes comerciales de 148 países en Hong Kong, Europa y Estados Unidos se apresuran a mejorar sus ofertas para el acceso a sus mercados agrícolas, condición indispensable para liberalizar el comercio mundial de industria y servicios.

Estados Unidos abrió el fuego hace dos semanas con una oferta de reducción de tarifas del 75%. El presidente de la comisión de comercio del Parlamento Europeo, Enrique Barón, cree que se trata de 'un envite fuerte' al que debe responder Europa. Tras una tibia respuesta inicial, Europa contraatacó el viernes: el comisario de Comercio, Peter Mandelson, propuso una reducción de tarifas de entre el 35% y el 60%, además de eliminar los subsidios a la exportación y reducir en un 70% las ayudas internas que distorsionan el comercio. La oferta está condicionada a que el resto de las partes hagan propuestas semejantes en materia de industria y servicios.

La ONG Intermón Oxfam denuncia que los recortes aceptados por Estados Unidos y Europa apenas limitarían sus ayudas actuales. Así, EE UU paga hoy 74.700 millones de dólares anuales y su oferta limita los pagos a 73.100. Por su parte, la UE gasta 82.900 millones de dólares (69.000 millones de euros), y su propuesta pone el tope más arriba, en 83.400 millones de dólares. 'Lo único que hacen es recortar su margen de maniobra, mientras piden a los demás cesiones concretas', señala Gonzalo Fanjul. En el mismo sentido, Barón sostiene que se habla de rebajas 'a partir de valores que no son los reales'. El europarlamentario cree que la UE tiene margen para mejorar su oferta agrícola 'teniendo en cuenta que tiene mucho que ganar en terrenos como el de los servicios, donde es la primera potencia mundial'. La clave es la permisividad para el acceso al mercado, donde Europa tiene las tarifas más altas aunque, gracias a los acuerdos preferenciales con los países más pobres, es la región que más productos agrícolas importa.

Mendelson elevó su oferta pese a la amenaza de Chirac

El G-20, grupo de países emergentes que incluye a China, India y Brasil, condiciona sus concesiones al acceso de sus productos agrícolas a los mercados de Europa y EE UU. El presidente brasileño, Lula da Silva, ha dicho que el éxito de la ronda de Doha depende de la propuesta agrícola europea, informa Patricia Caro. Lula, que ha calificado de aceptable la propuesta estadounidense, condiciona a la oferta de la UE 'el esfuerzo que Brasil podrá hacer en aranceles industriales y de servicios', principal interés de los países ricos. Por ahora, Brasil considera insuficiente la propuesta europea del viernes.

La negociación que entra en fase decisiva puede ser crucial para el desarrollo de los países más pobres. Y en ello entra el interés egoísta de los más ricos, que ven como sus fronteras son franqueadas continuamente por inmigrantes con muy poco que perder. El comercio justo mejoraría las condiciones de sus países de origen, en beneficio de todos. Pero hay detalles que deben cuidarse: como señala Barón, además de reducir las barreras debe favorecerse la capacitación para que los países pobres puedan actuar internacionalmente: 'La UE puede reducir aranceles y eliminar subvenciones, pero si luego los países del África negra no tienen redes comerciales e infraestructuras para traer sus productos, serán otros países los que se aprovechen'.

La Ronda del Desarrollo, pendiente de Hong Kong

La Ronda de Doha de la OMC se lanzó en 2001 para mejorar la participación de los países en desarrollo en el mundo globalizado. El lema 'Trade, not aid' (comercio, no ayuda) ha hecho fortuna entre los miembros del G-20, que creen que las verdaderas oportunidades de desarrollo pasan más por el comercio justo que por la caridad. La Ronda Uruguay (1986-1994) sirvió para una primera tanda de liberalización comercial, aunque centrada en los países ricos.La reunión de Hong Kong podría acotar la mayoría de los resultados de la actual ronda negociadora, aunque queda por ver en qué términos. Según el FMI, la liberalización comercial que podría lograrse en esta ronda aportaría hasta medio billón de dólares al PIB mundial.

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