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Tribuna
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La unión del teléfono con internet

En la voz a través de internet (VozIP) convergen dos mundos que hasta ahora vivían separados: el teléfono, con 100 años de lenta evolución, y la red internet, con sólo 20 años y una vitalidad arrolladora. Al fin y al cabo, tanto el uno como la otra sirven para lo mismo: comunicarse. Cuando internet estaba en su infancia el teléfono le ayudó a dar sus primeros pasos; muchos recordarán los pitidos de nuestro módem intentando completar aquellas primeras conexiones. Ahora que la banda ancha empieza a ser una realidad las cosas han cambiado, y es la red internet la que le ayuda a la voz a transmitirse de forma más eficiente; el secreto es transformar la voz en paquetes de datos para que pueda viajar por internet a un coste mucho menor.

El ahorro, he aquí el gran atractivo de la VozIP; millones de internautas están utilizando ya la VozIP para hablar entre sí desde sus ordenadores, sin ningún gasto adicional. Con un programa adecuado, un micrófono y auriculares, nuestro ordenador personal se transforma en un teléfono muy económico. Esto no significa que la VozIP esté limitada a los ordenadores personales, existen pequeños adaptadores que convierten nuestro teléfono habitual en un teléfono IP.

Al ser la economía la principal ventaja de la VozIP, ha sido el cliente doméstico el más rápido en utilizarla. Sin embargo es en la empresa donde más ahorro se puede conseguir. Para éstas existe, además, otra ventaja, y es la integración del equipamiento de telefonía en la red informática de la empresa. No tardaremos en ver centralitas telefónicas que en realidad son aplicaciones informáticas en un servidor, lo cual permite a la empresa tomar el control de una aplicación crítica como la telefonía que ahora está soportada en cajas negras que nadie se atreve a tocar.

Internet ha hecho posible que la transmisión de datos esté al alcance de cualquier empresa. Hasta hace pocos años sólo las multinacionales y la banca se podían permitir redes privadas de datos. Enviar un correo electrónico a China cuesta lo mismo que enviarlo aquí al lado, y no cabe duda de que ése es uno de los pilares de su éxito. Por la misma razón la VozIP tiene su éxito asegurado, porque su coste no depende de la distancia. Ahora mismo cualquier pyme que tenga establecida una red privada virtual de datos vía internet puede, con poco equipamiento adicional, incluir la telefonía para hablar gratis con sus delegaciones.

Más tarde lo lógico es extender esa solución de VozIP a los interlocutores habituales (proveedores y clientes) y poco a poco la mancha de aceite se extenderá de modo que la distancia dejará de ser una barrera para la comunicación telefónica. Mirándolo con optimismo, quiero pensar que esto facilitará el acercamiento de amigos que viven lejos y facilitará las relaciones entre personas que comparten unas ideas o unos compromisos, con lo cual se supone que las barreras geográficas no lo serán tanto, y en consecuencia un mundo mejor comunicado será un mundo mejor.

En lo que respecta a los agentes implicados en las telecomunicaciones, la VozIP no va a suponer una revolución pero sí una caída de ingresos en telefonía fija para las operadoras. Esta caída se compensará en parte con los servicios de banda ancha que el mismo operador nos ofrece.

Por su parte, la telefonía móvil seguirá siendo la gallina de los huevos de oro. Los organismos reguladores ya han dictaminado que la VozIP es un servicio de datos, con lo cual es de esperar que la desregulación facilitará su desarrollo de forma similar a lo ocurrido con internet. Los proveedores de servicios de internet son, además de los usuarios finales, los grandes beneficiados de que la voz viaje por internet puesto que les permite vender nuevos servicios a sus clientes y entrar en un mundo, la telefonía, que hasta ahora tenían vedado. En general, los proveedores de servicios de internet venderán más ancho de banda para transmitir voz y las operadoras venderán menos minutos de telefonía tradicional. Por otro lado, no hay que olvidar que la mayoría de estos proveedores están en manos de operadoras.

A nivel europeo y mundial la asignatura pendiente de la VozIP es la numeración; marcar un número de teléfono desde una extensión de VozIP es fácil pero no a la inversa; tampoco es sencillo, de momento, hablar entre distintas redes de VozIP.

En definitiva, los usuarios pronto podrán optar por una telefonía muy barata, tanto en casa como en el trabajo, usando su teléfono actual o su PC y dispondrán de diferentes calidades según quién les dé servicio de VozIP y a qué precio.

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