Lo positivo de la Cumbre
La Cumbre de la UE convocada por Tony Blair ayer en Hampton Court casi ha sido prescindible del todo. Blair ha acertado en el diagnóstico sobre los problemas de la UE: globalización, inmigración, envejecimiento, pérdida de competitividad, dependencia energética... Pero no ha sabido propiciar un debate fructífero entre sus homólogos. Esperaba una discusión de alto nivel de los 25 líderes de la UE sobre el modelo de Europa, pero el resultado ha sido una vaga declaración de buenas intenciones sobre I+D, educación y competitividad similar a tantas otras.
En el lado positivo, la cita ha servido para que España coloque en la agenda comunitaria el complejo problema del control de las fronteras exteriores de la UE. La tragedia en el aeropuerto de Amsterdam ha puesto de manifiesto, como ha defendido José Luis Rodríguez Zapatero en la Cumbre, que la inmigración clandestina no es sólo un problema periférico en la UE.