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Enrique Iglesias

'Latinoamérica es menos vulnerable al alza de tipos'

Tras 18 años al frente del BID, Iglesias afronta su cargo con el objetivo de lograr que la región hable con una sola voz. A su juicio, las mejoras económicas recientes deben acompañarse de avances sociales 'para que la bonanza no se limite a las estadísticas'

Ovetense de nacimiento y uruguayo de nacionalidad, Enrique Iglesias ha sido presidente del Banco Central y ministro de Relaciones Exteriores de su país, lideró la Comisión Económica para América Latina y Caribe de Naciones Unidas (Cepal) y, durante 18 años, ha presidido el Banco Iberoamericano de Desarrollo. A sus 74 años, este mes estrena la nueva Secretaría General Iberoamericana, con sede permanente en Madrid.

La situación económica en Latinoamérica es la mejor en lustros. ¿Hasta cuándo durará?

La coyuntura internacional es favorable, por los precios de materias primas y los bajos tipos de interés. Y, en el plano interno, se están generalizando políticas económicas ordenadas. Las perspectivas para los próximos dos años son buenas.

¿Cuáles son los mayores riesgos en el horizonte?

La subida del petróleo es buena para algunos países de la zona, pero puede llegar a afectar al crecimiento mundial y entonces sería contraproducente. También hay un riesgo de ajuste brusco de los desequilibrios financieros en Estados Unidos, que derivaría en una subida de tipos. Eso sería peligroso, porque el servicio de la deuda, aunque se ha atenuado, sigue pesando mucho. De todos modos, la mayor estabilidad macroeconómica hace que Latinoamérica sea hoy menos vulnerable para afrontar esas posibles turbulencias internacionales.

¿Cómo está evolucionando la lucha contra las desigualdades?

Los últimos años han sido algo mejores en términos sociales y de creación de empleo, pero la realidad queda todavía muy lejos de las expectativas de la gente. Es importante que la bonanza no quede sólo en las estadísticas, porque si no la gente retirará su apoyo a las reformas.

Parece que sí ha habido mejoras en el plano institucional...

Es cierto que la democracia se está estabilizando en la región. Ha habido problemas de corrupción, como en todas partes, pero el sistema funciona: hoy las crisis ya no se solucionan con golpes de Estado, como era habitual hace no tantos años. Quedan otros problemas institucionales, como una insuficiente base fiscal.

¿Ha triunfado definitivamente el modelo económico liberal?

Depende de lo que entienda por liberal. Las reformas de los últimos años han tenido éxito al procurar la estabilidad económica. Pero con eso sólo no alcanza: hay objetivos sociales que no se han cumplido. Mi conclusión es que se necesita un Estado que acompañe al mercado.

¿Continuarán las privatizaciones?

Hubo un movimiento fuerte que tocó techo en los años 90. Para que continúe en el futuro, deberá basarse en unos sistemas reguladores muy claros y rigurosos. Si se decide privatizar, hay que ser consecuentes con el respeto a los intereses generales.

Algunas empresas españolas se han quejado de modificaciones regulatorias sobrevenidas...

Está claro que, para que la inversión fluya, las reglas deben ser claras por parte de los receptores y de los inversores. En un mundo tan competitivo como éste, se requiere transparencia y previsibilidad, con buenos fundamentos políticos, para atraer la inversión.

¿Qué papel debe tener España en el desarrollo latinoamericano?

Es un socio de relaciones muy profundas, que van más allá de las comerciales o de los flujos de inversión, que deben mantenerse. España comprende las particularidades de Iberoamérica y puede aportar experiencias exitosas. Debe ser un interlocutor para las posiciones de la región en el plano internacional y contribuir a construir la comunidad iberoamericana. Para eso se ha creado la Secretaría General, con el apoyo de los 22 países. La gran esperanza, el gran objetivo es lograr que las relaciones se estrechen entre todos los Estados, más allá de cuáles sean los Gobiernos de turno en el poder.

Un órgano permanente de trabajo entre cumbres

Iglesias concibe la Secretaría General Iberoamericana como un paso más en el fortalecimiento de lazos creados hace siglos: 'Esperamos ayudar en los grandes objetivos de cooperación entre los Gobiernos. Existe una gran diversidad política y económica; debemos reconocerla y buscar los puntos que unen a todos los iberoamericanos'. Para Iglesias, la creación de la secretaría es el mayor logro de la reciente cumbre de Salamanca 'por la vocación de continuidad que denota'. La reunión sirvió también para 'abrir espacio a la realización de contactos al margen de los Gobiernos: parlamentarios, empresarios y sociedad civil han aportado nuevas perspectivas para solucionar problemas comunes'.Después de más de 30 años repartidos entre el BID y la Cepal, Iglesias espera que sus contactos en medios intelectuales, académicos y financieros le faciliten la tarea.

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