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Lealtad, 1
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Las señales que manda el mercado

Los mercados están plagados de señales que los más avezados bolsistas, los analistas más experimentados, han aprendido a interpretar. Y aunque rara vez toman sus decisiones apoyándose en una sola de estas señales, sí que las tienen en cuenta como un factor más que apunta en una u otra dirección de mercado.

Una de esas señales, en este caso reciente, se refiere a los flujos de dinero que los inversores estadounidenses canalizan a través de fondos de inversión. Según una nota que recogía ayer la agencia Bloomberg, la demanda de acciones internacionales por parte de los inversores estadounidenses a través de fondos de inversión podría alcanzar este año su nivel más elevado en dos décadas. Y ese crecimiento podría ser una señal de que las ganancias de los mercados bursátiles en todo el mundo podrían haber tocado techo.

El caso es que la experiencia, la historia bursátil, demuestra que cuando los flujos que canalizan los fondos alcanzan niveles máximos, los mercados empiezan a comportarse peor, porque son esos mismos flujos los que hasta ese momento han impulsado las cotizaciones.

Según los datos de la consultora estadounidense TrimTabs Investment Research, la inversión estadounidense en Bolsas internacionales podría alcanzar los 87.500 millones de euros (unos 73.000 millones de euros) a finales de año, el nivel más elevado desde que la firma comenzó a realizar este cálculo en 1985.

En paralelo a estos flujos, las Bolsas internacionales, y en especial las emergentes, han experimentado subidas de órdago este año, hasta alcanzar hace unas semanas sus niveles máximos de los últimos cuatro o cinco años. Entretanto, la Bolsa estadounidense no acaba de despegar, incluso a pesar de los buenos resultados empresariales.

Aviso para navegantes, pues el mercado podría estar dando señales nada halagüeñas. Casi como cuando Rockefeller supo que se avecinaba el crash del 29 porque hasta el limpiabotas le hablaba de Bolsa. mrodriguez@cincodias.es

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